"No puedo creerlo. Lo hicimos. Hemos liberado Aquilaris" (Kerra Holt)
Kerra Holt y el "Escuadrón Diabólico" de la capitana Jeen Devaad vencen a las tropas de Lord Daiman y eso permite que "Madre Gracia", la gran nave de abastecimiento, tome tierra en Aquilaris y entregue comida a los ciudadanos. La Jedi está contenta pues, si bien es cierto que el planeta no esta libre de peligro, ese es el primer día en una década en el que sus habitantes no tienen que soportar la presencia del ejercito Sith.
Tanto los cazas que han usado, los "Fire Lotus" que no están disponibles ni siquiera para la armada de la República, como la alta calidad de los suministros sorprenden a Kerra y Jeen, tras decirle que su organización cuenta con muy buenos contactos le pregunta si conoce al Barón Lemayne.
Kerra le contesta que lo conoce, pero indica que nunca lo ha visto y la capitana le cuenta que las operaciones que sufraga se llaman "golpea y alimenta". Joad observa a las dos mujeres desde una esquina y cuando Kerra lo ve le pide que se acerque. Devaad reconoce en el amigo de la Jedi los síntomas de la droga y le entrega una caja cerrada con un temporizador que no se abrirá hasta que su escuadrón se marche.
Otras cajas son repartidas entre otros lugareño, sin que Kerra pueda ver que contienen, y los refugiados suben a la nave que pronto partirá rumbo a un lugar seguro. Ninguno de los "drogadictos" quiere dejar el planeta y Kerra pide a Devaad que la admita en su escuadrón ya que desea luchar. La capitana la acepta de modo temporal y le entrega el caza de Yades un piloto que ha sido asignado al transporte de refugiados.
Kerra Holt pide a Jeen Devaad que la acepte en su escuadrón
Cuando Kerra se aleja varios hombres del escuadrón manifiestan a su capitana que tener a una Jedi en el grupo es muy temerario, pero esta, tras decirles que su pericia y sus conocimientos de la zona les serán muy útiles, les dice que si hacen bien su trabajo ella nunca conocerá el resto de sus propósitos. Joad lo escucha todo desde una esquina.
Al día siguiente, Joad se acerca a Kerra antes de que se marche con el escuadrón y le dice que los hombres de Devaad cogieron los submarinos y los emplearon durante la noche. La Jedi no da importancia al suceso y se marchan sin que Joad le pueda contar lo que les escuchó decir.
El escuadrón despega junto a la nave "Madre Gracia" que da un salto hiperspacial rumbo a Heptooine, el punto de encuentro. El escuadrón se reunirá con ella cuando acabe con las naves de Lord Malakite, su próximo objetivo, pero de pronto aparece un caza de Zodoh el Hutt.
Deevad, pese a que Kerra insiste en que puede tratarse de una trampa, sale tras él y pronto descubren que en las cercanías está la nave nodriza del Hutt que manda cazas contra ellos y por si esto fuera poco varias docenas de "conducetormentas" orbitan entorno al indefenso Aquilaris.
Zodoh se ríe de ellos y, tras anunciar que sus científicos le han asegurado que la acción combinada de estos aparatos puede acabar con todo un planeta, les indica que Aquilaris va a servirle como ensayo. Si todo sale como espera los Sith tendrán que tratarle con más respeto si no quiere ser eliminados.
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