"Sólo volveré a matar como último recurso" (Maestro K'kurhk)
Tras ver caer el transporte que los precedía Relik ordena que su nave tome tierra y nada más hacerlo despliega a sus hombres para que den caza a los fugados. El brutal capitán de los milicianos no puede dejar testigos de su campaña de exterminio y por eso ordena que, una vez localizados, no solo se acabe con los huidos, sino que se traigan sus cuerpos. El radar ha detectado que los fugitivos se han dividido y Relik, tras formar dos grupos sube a su nave para seguir la persecución desde los cielos.
No muy lejos de allí, en pleno bosque, el maestro Zao despierta tras el golpe que sufrió el vehículo en el que vijaban. Piru, que los puso a todos a salvo usando la Fuerza, está bien pero inconsciente al igual que el resto. Sólo Sidirri esta despierta y cuando el experimentado Jedi detecta el Lado Oscuro en ella y se acerca para calmarla la joven lo empuja usando la Fuerza (ver imagen).
Sidirri enfurecida usa la Fuerza para empujar al Maestro Zao
Sidirri cree que el Maestro K´kruhk ha muerto y desea vengarse de los hombres que se aproximan pero Zao la obliga a usar la Fuerza para ver que está equivocada. La joven detecta que su maestro sigue vivo y se abraza llorosa a Zao.
Mientra tanto K'kruhk, acosado por el grupo que lo persigue, susurra instrucciones a lanudo, la montura que lo acompaña, y ambos se dividen. El Jedi no quiere matar más gente y guarda su sable en el interior de su túnica prometiendo que solo quitará la vida como último recurso.
Cuando lanudo se aleja el musculoso Jedi sale de su escondite y ataca a la patrulla que lo está buscando y pese a usar sólo sus manos derrota a casi todos ellos. La llega de un miliciano en una moto Jet desequilibra la balanza y K'krurhk, tras ser víctima de un disparo láser que le da en el hombro izquierdo sale huyendo. La moto es más rápida que él y le da alcance cuando, siguiendo el curso del río, el Jedi ve como su camino acaba en una peligrosa cascada.
El piloto de la moto jet hace que su vehículo gire para golpear a K'kurhk que cae de un altura de más de 50 metros quedando inmóvil y boca abajo en el agua. Arrastrar el cuerpo hasta Relik resultaría muy pesado de modo que el motorista desciende para cortarle la cabeza y llevársela a su capitán como prueba. El Jedi, que esta fingiendo su muerte se mueve en el último momento y tras dejarlo fuera de combate le roba la moto y se dirige a la cuadrícula 22-7-2 ya que acaba de oír por la radio del vehículo que el grupo de fugitivos ha sido localizado y están siendo rodeados.
Tras hacerse el mueto el Maestro K'kurhk inutiliza a su perseguidor
El grupo de Zao no es el único grupo que es atacado en el bosque ya que los hombres de Relik abren fuego contra una especie primitiva que habita en ellos. Los seres en su huida se topan con Zao y los suyos y el maestro Jedi, al ver que uno está herido, trata de ayudarlo. Las criaturas, que al principio se muestran temerosas, terminan confiando en ellos pero antes de que el Jedi pueda curar la fea herida aparecen lo milicianos y dan la orden de abrir fuego sobre todos ellos.
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