"La Venganza es un veneno que nubla la mente y destruye el corazón" (Maestro Zao )
Haciendo caso a lo que les dicta la Fuerza los maestro K'Kruhk y Zao deciden no coger la nave de reubicación y huyen del campo de refugiados con los padawanes Jedi. Su maniobra se muestra pronto como una decisión acertada pues al llegar a un acantilado cercano comprueban que en el fondo se amontonan cientos de cuerpos.
Los milicianos Arkinneanos no están realojando a los refugiados pese a que hay sitio de sobra en su planeta, los están matando como venganza por el sufrimiento que padeció su gente durante la guerra contra los separatistas. Uno de los alumnos, Onkita, no entiende como se pueden hacer cosas así mientra otra, Sidirri, pide a K'kurth que mate a todos los milicianos como hizo con los piratas.
El Maestro K'Kruhk y su grupo encuentran los cadáveres de los refugiados
El viejo maestro, arrepentido por la muerte de los piratas pese a que esta fue necesaria, trata de explicárselo a la joven pupila, pero la llegada de feroces depredadores que acuden a dar cuenta de los cadáveres interrumpe la charla. Por si esto fuera poco una gran nave miliciana se acerca a la zona y abre las puertas de la bodega para arrojar al vacío a cientos de refugiados vivos.
El grupo trata de esconderse ,pero es localizado y el maestro K'Kruhk, tras separar el animal de tiro (lanudo) del carro pide al maestro Zao que se marche con el resto. El grupo salta al vacío con el carro y aunque la caída debe ser frenada por Piru usando el freno cuando esta se golpea la cabeza y queda inconsciente debe ser el joven Kennad quien lo haga. El muchacho reacciona con rapidez sin embargo el carro termina golpeando contra un gran árbol y todos rueden por el suelo.
Los milicianos se comunican con el capitán Relik y le cuentan que han sido descubiertos por un grupo en el que había un par de Jedis. Al oírlo el fiero miliciano coge varios hombres y se dirige a una nave para sumarse a la lucha, pero antes de que pueda partir se encuentra cone el Comandante imperial Teron. El Imperial sospecha que los milicianos están matando a los refugiados y así se lo ha comunicado al mismísimo Darth Vader, pidiendo que le envíe tropas especiales y equipos con escáneres, pero el Lord Oscuro, preocupado sólo por localizar a Dass Jennir, no le ha hecho el menor caso.
Teron interroga brevemente a Relik pero este justifica su salida diciendo que es un simulacro no previsto para tener a sus hombres en forma. El Imperial no puede hacer gran cosa pero cuando Relik se marcha se comunica con el Capitan Denimoor, al mando del Tenaz y le pide que desvíe su destructor hasta Arkinnea y le ayude.
Teron habla con su viejo compañero de armas Denimoor y le pide un favor
Denimoor y Teron son viejos compañeros, pero el capitán del Tenaz no está dispuesto a desobedecer las órdenes de Darth Vader y así se lo dice a su compañero. "No te lo pido por mí, te lo pido por el general aquel con el que servimos en Saleucami, ese que prefería el clima fresco" le contesta Teron y nada más oírlo Denimoor ordena poner rumbo a Arkinnea. Por supuesto su maniobra es detectada por el mando de la flota que informa al Teniente Gregg que corre a avisar a Darth Vader.
Mientras tanto en Arkinnea el Maestro K'Kruhk desmonta de su "lanudo" y usando la Fuerza hace que la nave miliciana caiga a tierra y se estrelle. Relik, recién llegado a la zona, no puede creer lo que esta viendo sin embargo nada puede hacer para salvar a los milicianos de la otra nave.
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