"Dado, hijo mío. Todo lo que hice fue por tí" (Nikollane)
Tras acabar con la resistencia en Bandomeer Darth Vader recibe el informe de bajas del comandante Vill. Preocupado por otros asuntos el oscuro señor del Sith interrumpe a su comandante y le pregunta si el emperador había implantado en todos los clones la obligatoriedad de cumplir la Orden 66.
Vil le confirma que así fue con un escueto "si" y Vader le hace una nueva pregunta "Has sido condicionado con una orden similar para atacarme a mí si así lo pide el Emperador". Tras unos segundos de duda el clon dice "Si tuviese una orden así no tendría permiso para divulgarla" y Vader, tomando la respuesta como un nuevo si y, sabiendo que Vil le contará al Emperador lo sucedido lo estrangula y lo lanza por un precipicio.
Vader estrangula a Vil usando la Fuerza
En Telerath Ember despierta y pregunta a Nikollane por Jennir y cuando esta le dice que no está en su habitación y que todo indica que no ha pasado la noche en ella, estalla y empieza a arrojarle objetos. Aun furiosa se asoma a la ventana para intentar dar con Jennir y al verlo caminando junto a Demanna sonríe y exclama, en voz baja, "esto va aun mejor de lo esperado".
Jennir es conducido por Demanna a la casa de su maestro, Musori, donde este, rodeado por sus hombres le da la bienvenida. Todos están impresionados por su uso del blaster y Musori quiere que trabaje para él pero antes desea ver si es tan hábil con la espada como con las armas de fuego.
Para hacer un test Jennir, que ha adquirido una espada de metal, se enfrenta en duelo con Demanna y la disputa se desarrolla con gran igualdad hasta que el Jedi decide dejar que su rival lo derrote.
Todos están impresionados con Jennir porque pese a no ganar, nadie a vencido nunca a Demanna, ha puesto en serios aprietos a su rival sin embargo el Jedi, lejos de mostrarse afable, al oír a Musori decir que Demanana es un hombre de honor, estalla.
Jennir afirma que no hay honor en esclavizar a al gente y recordándole una frase de rival en la que afirma que un guerrero vive o muere por la fortaleza de su brazo, le dice a este que eso no encaja muy bien con seguir las ordenes de un civil (por Musori) como si se tratase de un esclavo más.
Demanna afirma que nadie lo puede insultarle de esa manera y seguir vivo pero Jennir, que está desarmado, le dice que sabe que su honor le impedirá matar a alguien que no porta armas y deja el lugar acosado por las miradas y rodeado de improperios.
Al poco de dejar el cuartel de Musori el Jedi es abordado por los hombres de Ken-Kiba que le ordenan que les acompañe a ver a su jefe y Jennir, tras acabar con ellos decide ir a la cita por voluntad propia.
Jenni se reúne con Ken-Kiba
Al encontrarse con Jenni Ken-Kiba le pide que se una a su banda pero el Jedi rechaza el ofrecimiento y le avisa que Musori esta preparándose para atacarlo. Kiba no lo cree y Jennir, para darle una prueba, le asegura que sus rivales ya han acabado con la explotación minera que tiene en la mina. Kiba sigue sin creerle pero cuando uno de sus hombres le confirma que se ha perdido el contacto con la explotación el líder mafioso estalla y ordena a su hombres que se preparen para la lucha.
Mientras todo esto sucede Ember, al enterarse que Jennir atendió al hijo de Nikollane, se enfada con ella y tras golpearla le prohíbe que lo vuelva a ver. Dado, que lo escucha todo se levanta de la cama y pese a que su madre trata de impedírselo sale en busca del Jedi para decirle que Ember está jugando con él.
Muy lejos de allí, en Kidron, un planeta del borde exterior Bomo y la tripulación del capitán Heren llevan un tiempo apartados de la acción. El nosauriano está harto de las borracheras de Heren y aunque todos tratan de justificar al patrón aduciendo que todo lo hace porque se siente culpable de la muerte de parte de la tripulación Bomo no es tan indulgente como ellos. El también lo culpa de las muertes de su amigos y aunque tuvo duras palabras con su amigo Jennir ahora lo añora.
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