"Eres la mitad de la amenaza que fuiste en el pasado" (Judd a Maul)
Mientras en el exterior de la mina las tropas de Obi-Wan Kenobi estas disparando sobre los Moorjhoni en el interior de esta el maestro Judd, tras pedir a Salmara que intercepte a Ja'boag, anuncia que él se ocupará de Darth Maul. La maestra Jedi accede al reparto, pero aunque intenta persuadir a su alumno Dray para que no la acompañe este, a pesar de estar aun malherido, se niega a dejarla ir sola.
Tras un breve recorrido por los pasillos Judd se topa con Maul y activa su arma para enfrentarse con el Sith, pero termina eludiendo el choque y corre hacia el exterior ya que los tres soles están a punto de lanzar sus mortales llamas contra las tropas del maestro Kenobi y contra los Moorjhoni.
Cuando el maestro Judd consigue alcanzar el exterior detiene varios disparos efectuados por los clones y ordena a gritos a estos que cesen el fuego. Al reconocerlo Kenobi, que ya estaba intentando que los clones dejasen de disparar, redobla sus esfuerzos y estos terminan bajando sus armas.
Salmara y Dray llegan hasta Ja'boag, pero lo hacen casi a la vez que Darth Maul. La Jedi enciende su sable pero el Sith en lugar de luchar con ella usa la fuerza para pulsar el botón del bloque en el que está encerrado Savage. Su hermano Sith, que fue congelado con el sable activado, vuelve de golpe a la vida y traspasa con su arma a Salmara.
Savage Opress traspasa con su sable a Salmara
Darth Maul tienta al joven Dray para que le ataque y este sucumbe a la provocación sin embargo no es rival para el Sith quien, tras lanzarlo al suelo activa el cierre exterior de la mina y remata a Salmara que yace agonizante en el frío suelo.
Judd y Kenobi, que han reunido a los clones y los Moorjhoni, ven como la pesada puerta se cierra y, sabiendo que permanecer en el exterior equivale a morir achicharrado, usan la Fuerza para mantenerla abierta mientra urgen a todos a pasar al interior. Al ver a Judd Jatenne se da cuenta que el verdadero protagonista de la profecía no es el Sith sino el maestro Jedi y, antes de correr al interior, le llama "Demonio en la luz".
Aunque todos corren como alma que lleva el diablo pronto queda claro que muchos no llegarán a tiempo y Judd decide tomar la iniciativa. El maestro Jedi usa la fuerza para lanzar a Kenobi y todos los que quedan al interior y los pone a salvo antes de que la puerta caiga dejándolo sólo en el exterior. La fuerza incineradora de los soles cae sobre Judd que arde esbozando una sonrisa y repitiendo "Demonio en la luz".
El Maestro Judd, el demonio en la luz, da su vida para salvar a los demás
Dray, destrozado por la muerte de su maestra, espera que el Sith acabe también con su vida, pero este decide dejarlo vivir y se marcha con su hermano y con Ja'boag. Poco después llega Kenobi y aunque el joven lamenta la huida del pérfido propietario de la mina el maestro Jedi le dice que serán los propios Sith los que le den el fin que merece.
Una vez lejos de las minas Ja'boag accede a la petición de los Sith para que les trasfiera todo su patrimonio y una vez que este lo ha hecho le dicen que lo van a recompensar tirándolo por una exclusa al frío espacio. Ja'boag protesta y grita que sus minas son necesaria y que sin ellas la Galaxia se sumirá en caos a lo que Maul le responde que lo que buscan es precisamente eso, sumir a la galaxia en la oscuridad.
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