"Luchad para preservar vuestras vidas, pero también las de vuestros enemigos" (Maestro Tave)
En Byss, junto a la orilla del Mar de Blud'nach, el Predor Skal'nas tiene su centro de mano y no está nada contento. La señal de seguimiento que puso en el "Devorador", la nave del Predor Tulkar, dejó de emitir hace tiempo y no hay rastro ni de él ni de su sabueso Xesh. Skal'nas quiere saber que planeta lleno de usuarios de la Fuerza habían localizado y exige a Trill, su sabuesa Fuerza y compañera de camada de Xesh, que lo encuentre. La voluptuosa esclava, que apenas puede resistir los arranques de furia de su amo, le pide una nave exploradora y jura que dará con Xesh usando su vínculo de crianza.
Aunque ella aun no lo sabe su presa está en la oscura luna de Bogan donde fue enviado por los Je'daii cuando fue derrotado. Lleva ya dos meses allí, recibiendo alimentos de forma periódica y siendo controlado por androides gracias a las señales que emiten sus muñequeras-grillete.
Mató a su Predor y fue derrotado porque algo en su interior le hizo sentirse atraído por una de sus rivales Je'daii, Shae Koda. Salvarla lo llevó a ser capturado y desde entonces sólo ha podido pensar en su pasado, en como siendo un niño fue sometido junto a sus hermanos de camada al Caparazón Sepulcral donde a través del dolor descubrió la ira y el odio aprendiendo a olfatear las emisiones de la Fuerza a lo largo y ancho de toda la Galaxia. Tulkar lo tomó comos sabueso y toda su vida lo ha servido buscando la Fuerza para que los Rakata la puedan usar entre otras cosas para impulsar sus naves.
El joven se siente pedido, pero la Fuerza le sirve bien y cuando un misterioso asaltante lo ataca consigue esquivarlo. Su suerte no dura mucho y su agresor hace uso de una técnica que lo neutraliza. El vencedor se presenta, es Daegen Lok y, tras afirmar que lleva tiempo esperándolo porque lo ha visto en sus visiones, le dice que la técnica que ha usado con el se llama "Retorcer la Mente".
Lok lleva años apartado en Bogan y usando la Fuerza cosigue quitarle las muñequeras sin que estas dejen de emitir su señal de posición. "Los androides creerán que duermes" dice Lok y tras anunciar que habrá un eclipse de luna añade "Ven conmigo hermano".
Daegen Lok lucha con Xesh
No muy lejos de allí, en Tython, en el templo Stav Kesh donde se enseñan artes marciales el Maestro Tave entrena a Shae Koda, Sek'nos Rath y Tash Ryo. Los jóvenes peregrinos suelen batirse con habilidad pero ese día, con sus mentes puestas pensamientos ajenos a la lucha son rápidamente derrotados. Tavve les pregunta que les pasas y los tres responden que están frustrados por las decisiones del Consejo.
Creen que desterrar a Xesh a Bogan fue un error y Ryo, que le ayudó a recuperar parte de los recuerdos de su niñez que tenía olvidados, querría haber trabajado más con él, tiene claro que es una víctima. Los tres creen que el Consejo no ha prestado atención a sus testimonios pero Tave les responde que no es así y les da las instrucciones que tiene para ellos; Tash debe ir a Kaleth y Sek'nos y Shae a La Forja.
En Akar Kesh el General Rajivari, un gran líder en la guerra contra la déspota lleva años dedicado a la meditación. Su ánimo combativo no se ha apaciguado y desde que siete años atrás el Consejo se negó a considerar las visiones de Lok vive apartado de todo. Ketu, su antiguo alumno va a vistarlo y le cuenta lo sucedido con Xesh, le habla del sable de luz congelada que coincide con la vieja visión y le pide consejo. Rajivari le responde que pese a haber sustituido en su importante cargo al maestro Telaat no ha aprendido nada y afirma que no sólo deberían hacer más casos a los tres peregrinos sino que en su día tendrían que haber atendido la visión de Lok.
Ketu (izquierda) habla con el General Je'daii Rajivari en Akar Kesh
En Bogan Lok lleva a Xesh ante los restos de un viejo caza Shikaakwano estrellado allí durante la guerra y le cuenta que está tratando de repararlo, labor que ya casi ha completado aunque por desgracia le falta energía para cargar los motores. Lok le cuenta también que en Tython, bajo el templo Anil Kesh, hay una gran abismo, La Sima a la que se prohíbe acceder porque aquel que lo hace se vuelve loco.
Lok le confiesa que él y su amigo Hawk Ryo se adentraron hace años en La Sima donde tuvo una visión de un ser con un solo ojo (Era Xesh con su casco) y con un sable que congelaba la luz. La visión le indicaba también que la vida de los Je'daii cambiaría y que el arma energética, de la cual le muestra una dibujo que ha hecho en la pared, sería una clave importante.
Xesh confirma que el sable es como el suyo, que se activa con la Fuerza y reconoce que puede hacer un nuevo, pero aclara que para ello necesita cristales. Lok le responde que hay cristales en bruto en el planeta Krev y en Nox pero para ello deben salir del planeta aunque eso es imposible sin energía para los motores. El sabueso coloca entonces sus manos en el reactor y con la Fuerza empieza a recargarlo pero a medida que lo hace su poder es mayor y cientos de rayos cubren el lugar. Lok lo separa antes de que sature el sistema y Xesh le avisa que es peligroso interrumpirlo cuando usa la Fuerza y le lanza una advertencia "Nunca creas que comprendes mi poder". Lok sabe que Xesh puede ser su mayor aliado o su peor enemigo si llega a descontrolarse así que propone vigilarlo.
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