"Tu único talento es estar en el sitio erróneo en el momento inadecuado" (Teniente Law)
Con la misión de hacerse con el mítico artefacto Sith, El Guantelete de Kressh el Joven para llevarlo a Coruscant, la maestra Jedi B'ink Utrila y su padawan Rennax Omani llegan a la luna Draay 2. Escoltadas por los soldados clon Glitch, Cannon , Horns y el teniente Law siguen las viejas leyendas y encuentran un antiguo templo Jedi situado en el fondo de un desfiladero.
Usando la Fuerza para sondear el lugar, Utrila y Omani encuentran la entrada oculta al templo y el grupo penetra en su interior. Todos ponen cuidado en lo que hacen pero Glitch activa accidentalmente un resorte que despierta a un droide guardián Jedi, el cual parece inmune a los ataques tanto de los detonadores térmicos como de los sables de luz de las dos Jedi.
Omani, Utrila, Law y su equipo de soldados clon
Recurriendo nuevamente a ese poderoso aliado que es la Fuerza consiguen actuar sobre un mecanismo interno que da vitalidad al androide y lo desactivan. Pero no es esa la única barrera que les impide avanzar, pues una pared llena de agujeros se interpone en su camino. Utrila instruye a Rennax advirtiéndole que sólo acertando con el sable en el agujero correcto podrán franquear la nueva barrera, so pena de que todo el templo se derrumbe sobre sus cabezas si yerra en el intento.
Rennax elige correctamente y un pasadizo oculto se revela a la compañía. Mientras la maestra Jedi y su padawan investigan la cámara desvelada, descubren una antigua representación de la lucha entre Lucien Draavy y el acólito Sith Haazen, que luce el guante de Kressh. Súbitamente una columna de sarls aparece ante los clones que aguardan en una cámara cercana, protegiendo el Guantelete.
Los siglos que las criaturas han pasado expuestos al poder del amuleto les ha conferido una fuerza que les hace inmunes al poder de los sables de luz, así que tienen que recurrir de nuevo a la Fuerza para franquear el acceso a la reliquia. La maniobra surte efecto pero en el momento en que Utrila llega hasta al guantelete y lo toca, siente la enorme influencia del Lado Oscuro que se esconde en su interior, y retira la mano.
Considerando que la misión de confirmar su existencia y ubicación ha sido completada, Utrila ordena a los soldados clon que se retiren y establecen un campamento en el mismo templo para pasar la noche. Omani y Glitch hacen la primera guardia, pero el descanso de la unidad será breve, ya que un comando Mandaloriano de la Guardia de la Muerte liderado por Pre Vizsla hace acto de presencia y toma a Omani como rehén.
Glitch se enfrenta a Vizsla enarbolando el sable de Omani y, aunque el duelo es muy desigual, el clon consigue activar el resorte que despertaba al droide guardián. La entrada en escena del peligroso ingenio permite a Utrila liberar a Omani y da tiempo al clon para introducir el sable en uno de los agujeros incorrectos de la pared.
Pre Vizla con su mítico "Sable Oscuro" se enfranta a Glitch
La maniobra, realizada con plena consciencia de lo que implica, provoca el colapso de la edificación. El bravo Glitch queda aplastado pero su sacrificio pone en fuga a los feroces mandaloreanos (Vizla escapa por los pelos) y permite que las Jedi y sus compañeros escapan.
De vuelta en Coruscant, Omani anuncia a Utrila su intención de abandonar la Orden Jedi y regresar a su hogar. La joven ha recapacitado tras la experiencia vivida en Draay 2 y no deja de pensar en el sacrificio de Glitch y cree que esa es la mejor opción. Utrila acepta su decisión y hace constar que considera innecesario que se controle la zona donde el templo se ha derrumbado, ya que considera que el Guantelete no les causará problemas nunca más.
Aunque ella no lo en ese mismo momento en Drray 2 un brazo emerge de las ruinas del templo derruido portando el Guantelete de Kressh. Es Glitch a quien el amuleto Sith ha salvado sin embargo el clon no quiere su poder y tras colocarlo entorno a una gran roca cilíndrica lo tira a un río cercano al grito de "Fluye, la Fuerza siempre Fluye".
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