QUI-GON JINN

[ Volver ]

Es posible que Qui-Gon haya sido uno de los mejores resultados del Templo Jedi, pero tal vez uno de los más difíciles. Siempre fue una persona difícil de someter a las reglas, y sus puntos de vista acerca de la Fuerza, en particular su gran obsesión por la Fuerza viva, el “aquí y ahora”, diferían de los del resto de miembros de la Orden. Se decía que no llegó a estar nunca sentado en el Consejo Jedi por negarse a aceptar ciertas filosofías, dado que hasta le propusieron un asiento allí.

Qui-Gon con su padawan Obi-Wan en Coruscant

Durante su entrenamiento como padawan en el Templo Jedi, Qui-Gon mantuvo algunos lazos con su planeta natal que le costó vencer. Su maestro fue el Conde Dooku, quien años después abandonaría la orden y se convertiría en el lider de la Confederación de Planetas Independientes. Hizo un buen trabajo con él a pesar de que era un aprendiz duro de moldear, pero no cabía ninguna duda de que era un Jedi muy apto, y no tardó en ser nombrado Caballero. Su primer padawan fue un brillante joven llamado Xánatos, con el que tenía muchas cosas en común. Su relación fue bastante estrecha, pero Xánatos era mucho más rebelde y díscolo de lo que había sido él, y hasta aún mejor. Xánatos se entregaba a la ira muy rápidamente, y los maestros del Templo temían que eso pudiera causar su perdición, pero permitieron que Qui-Gon siguiera con él. Durante una crisis en Telos, el planeta natal del mismo Xánatos, Qui-Gon se vio obligado a matar al padre de su padawan, el corrupto gobernador de Telos, y furioso, el aprendiz abandonó a Qui-Gon y a la Orden Jedi.

Esto dolió mucho al Jedi, y le obsesionó durante muchos años. Hizo la promesa de no tomar nunca más otro aprendiz padawan, pero el Consejo insistió y durante una misión en Bandomeer, forjó una gran relación con el muchacho Obi-Wan Kenobi. Después de que le ayudara a vencer a Xánatos, aceptó ser su maestro. Durante esos años, en los que Qui-Gon consiguió el cargo de Maestro Jedi, ambos unidos lograron derrotar a Xánatos y solucionar multitud de conflictos. En una ocasión Obi-Wan estuvo a punto de abandonar a los Jedi definitivamente, pero gracias a Qui-Gon volvió con su maestro. Se convirtieron en un dúo imbatible. Cada uno salvó la vida al otro en diversas ocasiones, y fue un momento especialmente duro cuando Qui-Gon se enamoró de una compañera Jedi, la Maestra Tahl, y más aún cuando Tahl murió injustamente; pero supo vencer las tentaciones del Lado Oscuro y seguir la senda correcta.

* * *

Pasaron algunos años, y Qui-Gon dio por terminado el aprendizaje de su Padawan. Sabía que Obi-Wan no tenía nada más que aprender de él. Resolvieron exitosamente un conflicto en Ord Mantell y fueron asignados a la cumbre comercial en Eriadu... esta fue de las pocas misiones en las que fallaron; pero a causa de su brillante actuación en la investigación acerca del Frente de la Nebulosa y la Federación de Comercio, Mace Windu envió a Qui-Gon y a su padawan en calidad de embajadores a Naboo, donde los neimoidianos habían iniciado un bloqueo planetario.

Qui-Gon se enfrenta contra Maul en Tatooine

Nada más llegar fueron víctimas de un intento de asesinato, y cuando la Federación invadió Naboo, realizaron una operación de rescate de la Reina Amidala para llevarla a Coruscant con ellos. Durante la huida el reactor de hipervelocidad quedó dañado, y la nave real aterrizó en el cercano Tatooine para reparar. En el duro y árido planeta, Qui-Gon se encontró con que no iban a conseguir fácilmente las piezas de repuesto. Sólo encontró buena voluntad en un niño esclavo llamado Anakin Skywalker, que les dio asilo en su propia casa aquella noche. Anakin se ofreció para conseguirles las piezas ganando una carrera de podracers que se celebraba al día siguiente, y Qui-Gon aceptó la ayuda. El niño era muy poderoso en la Fuerza, pero la sorpresa de Qui-Gon se incrementó cuando la madre del chaval le dijo que no había habido intervención de varón en su concepción. El Maestro Jedi lo tuvo claro: había sido concebido por midiclorianos. Un análisis de la sangre de Anakin reveló que el nivel de concentración de los mismos era más alto que el de cualquiera de los Jedi conocidos.

Anakin ganó la carrera, y en las apuestas con el dueño del chico, Qui-Gon se las arregló para liberarlo, pero algo inesperado ocurrió cuando iban a marchar hacia Coruscant: fueron atacados por un guerrero tatuado que había sido entrenado en las artes de la Fuerza. Una vez en la capital galáctica, explicó su enfrentamiento con el guerrero, y presentó a Anakin ante el Consejo alegando que era el Elegido, el que traería el Equilibrio a la Fuerza. El Consejo aceptó ponerle a prueba, pero denegó iniciar su entrenamiento porque era ya demasiado mayor y se dejaba dominar por las emociones. Qui-Gon insistió, y propuso entrenarlo él mismo, anunciando que Obi-Wan ya estaba listo para afrontar las pruebas.

El Consejo decidió dejar eso para más tarde, y envió a los dos Jedi de nuevo a Naboo, adonde regresaba la Reina. En la batalla que se originó a continuación entre las fuerzas locales y los ejércitos de la Federación, Qui-Gon y Obi-Wan volvieron a encontrarse al guerrero oscuro, y se enfrentaron de nuevo a él. Fue un encarnizado y largo combate, pero a fin de cuentas Qui-Gon ya no era tan joven y vigoroso como antes, y su oponente era un asesino entrenado especialmente para matarlos. El Maestro Jedi fue abatido por el guerrero, que a su vez encontró la muerte ante el sable de su padawan, pero ya era tarde para Qui-Gon. Antes de morir, insistió en que Anakin Skywalker debía ser entrenado: él traería el equilibrio a la Fuerza.


[ Volver ]
Artículo escrito por Raphus Lee.
Prohibida la reproducción total o parcial de esta sección sin el consentimiento de sus autores.
Ejecutor Si deseas hacer cualquier comentario sobre
esta sección, utiliza el emaul:
   
© S i t h N E T