Durante la Vieja República había una libre circulación de la información, un intercambio cultural y de ideas que promovía un rápido crecimiento de la República en casi todas sus facetas. Este flujo de información también contribuyó a acelerar su declive, ya que los mundos constituyentes estaban constantemente informados del estado de los conflictos en el Senado.

El clima de incertidumbre se autopromovía. El Emperador y sus consejeros decidieron eliminar esta posibilidad y acabar con los beneficios que el sistema había aportado en los primeros años de la República.

En los tiempos de la Vieja República, había una HoloRed que retransmitía la información a todos los mundos constituyentes. La HoloRed era muy costosa de mantener, pero aportó a la República un sofisticado y flexible medio de comunicación. Estaba formado por cientos de miles de transceptores conectados a una gran matriz de hilos-S de Hiperespacio (popularmente conocidos como Simu-túneles) coordinados, así como las computadoras para diferenciar y decodificar toda la información. La HoloRed era el único método posible para transmitir hologramas en tiempo real de un mundo a otro.

Su mantenimiento era horrorosamente caro, ya que cada segundo de transmisión por todos los canales costaba varios miles de créditos por transceptor. La utilizaba casi exclusivamente el gobierno y las casas comerciales más importantes de la Vieja República. Pero unía a los planetas constituyentes, dando al ciudadano de a pie la sensación de que le pertenecía.

Las compañías comerciales menores y los individuos nunca utilizaron la HoloRed directamente, ellos se valían de los millones de comerciantes que cruzaban las rutas comerciales de la Vieja República.

Poco después de acceder al trono, Palpatine desmanteló la HoloRed consiguiendo dos objetivos. Primero, dificultó a todos los enemigos que no estuviesen en el Senado la coordinación de cualquier tipo de resistencia a sus designios. Cualquier sistema individual, sin que importara sus riquezas o su influencia, podía ser fácilmente aplastado por el Imperio. Segundo, los mundos constituyentes se utilizaban para absorber los gastos de la HoloRed, aunque la gran mayoría recibieron pocos beneficios del sistema durante los últimos días del colapso de la República. Esto dio al Emperador un enorme flujo de créditos con los que poder iniciar con rápidez la creación de las Fuerzas Imperiales, armando y preparando a más tropas en los primeros seis meses de su reinado que los que la República movilizó nunca.

El gobernador Tarkin apremió al Emperador a reinstaurar la tecnología de la HoloRed a menor escala, para ser utilizada sólamente por la Flota Imperial y sólo a nivel de Grupos de Sector. Esta propuesta se hizo dentro de una transmisión al Emperador en la que se detallaba un plan para gobernar el Imperio con gran economía de fuerzas. El Emperador aprobó el plan, nombrando Gran Moff a Tarkin por sus esfuerzos. El plan fue conocido, de forma no oficial, como Doctrina Tarkin.

Texto extraido de La Guía del Imperio de West End Games.

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