Dualli era un kobok de color amarillo y brazos larguirucho. Como la mayoría de koboks, tenía dos ojos compuestos insectoides en su rostro y un tercer ojo en la nuca.

Dualli era un despiadado piloto de combate que estuvo en activo entre los años 20 ABY y 0 DBY. Llegó a ser el mejor piloto kobok de la galaxia, y tenía reputación de ser, posiblemente, el mejor piloto del Borde Exterior. Dualli analiazaba el campo de batalla entero usando sus ojos compuestos frontales, y dedicaba el ojo trasero a leer pantallas de radar.

A lo largo de su vida, Dualli trató sistemáticamente con criminales, lo cual le disgustaba. Dualli optaba por quedarse el dinero de sus empleadores y esperar pacientemente a que éstos competiesen un error imperdonable. En ese momento, Dualli acababa con ese ex-jefe. En la práctica, eso llevó a Dualli a asesinar a la mitad de sus patronos. La infamia obtenida por ese motivo hacía que mucha gente se abstuviese de contratar a Dualli.

En el año 0 DBY, Dualli pilotaba un caza espacial Forma de Capa modificado: Cada uno de sus lanzamisíles podía disparar hasta seis misiles, y demás tenía una aleta de popa para maniobrar y un motor iónico turbocargado que había sacado a Dualli de aprietos previos.

Fue entonces cuando el asesino imperial fugitivo X-7 contactó independientemente con diez de los pilotos más hábiles, decididos y despiadados de la galaxia, entre ellos Dualli, para encargarles una misión. X-7 seleccionó con cuidado a sus candidatos, buscando que fuese gente de la que no hacía preguntas. Un humano misterioso tentó a Dualli con promesas de una jugosa recompensa, y Dualli aceptó reunirse con X-7 en Iope, tercera luna de Rinn, para conocer los detalles.

X-7 estableció dos bases en la superficie de Iope. Una era un domo llamativo y fácil de identificar, pero totalmente inocuo y vacío. La auténtica base de X-7 estaba en otro punto a dos kilómetros de la primera. X-7 pretendía recibir a los aspirantes con ráfagas de fuego láser para hacer una criba y quedarse con los mejores. El truco de las bases le serviría para distraer la atención y engañar a los pilotos, ofreciéndoles un blanco falso.

Diez naves llegaron casi simultáneamente. X-7 contactó con todas ellas desde la superficie, y abrió fuego contra ellas según su plan. Dualli reaccionó esquivando con un viraje a estribor y, entre blasfemias, subió la potencia de sus escudos deflectores.

El kobok identificó el domo y lo tomó por la auténtica base. Él decidió preparar uno de sus misiles de impacto, que debería bastar para destruir una base de esas características. Dualli debía acercarse más para tener la base a su alcance y, mientras descendía, el casco de su nave fue chamuscado por una ráfaga de fuego láser. Un impacto en el generador de energía le llevó a recibir un aviso en su monitor; Dualli reconoció entonces que se enfrentaba a un enemigo digno, pero él se consideraba aún mejor.

Cuanto más se acercaba Dualli a la superficie, más se incrementaban los ataques. Dualli recibió un aviso de su sistema porque la base le había disparado un misíl; el kobok viró y casi colisionó con la nave Ave de Presa de otro de los pilotos. Dualli exigió al Ave de Presa que se apartase de su camino mientras él mismo se alejaba a babor, poniéndose en la línea de tiro y recibiendo un impacto en la panza de su nave. La Forma de Capa se sacudió, el monitor de hipermotor se estropeó y Dualli comprendió que había perdido la posibilidad de escapar del sistema. Eso hizo que Dualli expandiese su plan: Después de matar al ocupante de la base, Dualli pretendía matar al piloto del Ave de Presa.

Impaciente, Dualli se lanzó en picado, se estabilizó a un kilómetro de la superficie, dedicó energía a los impulsores, preparó su ordenador de puntería y se acercó al domo. Orgulloso de su maniobra, abrió un canal de comunicación para decirle a su presa quién le iba a matar: Dualli dio su nombre y pidió al desconocido que se despidiese. Aunque Dualli había hablado en idioma Básico, X-7 le dedicó una despedida en idioma kobothi por comunicador.

Entonces X-7 abrió fuego contra Dualli desde su verdadera base. Sólo entonces, al recibir disparos de torpedos protónicos, Dualli se dio cuenta de su error: Estaba apuntando a un blanco equivocado, y tardaría demasiado en reorientar su ordenador. El generador de escudos fue destruido y su sistema falló totalmente. Dualli intentó activar su cápsula de escape, pero el daño a la nave se lo impidió. El kobok vio arder su cabina y tuvo un instante para murmurar una despedida en voz alta, antes de que otro torpedo le impactase.

La prueba de X-7 acabó después con otros cuatro pilotos mercenarios, incluyendo al findiano Jayn, que murió al lado de Dualli y casi inmediatamente después.

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Sección creada por el Coronel Nathan Kurtz y Keyan Sark
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