"Puede parecer una situación desesperada, pero lo único que veo es éxito" (Bora Boru)

Bora Boru tenía un potencial innato, aunque leve, para aprender los caminos de la Fuerza. En su cultura, eso le llevaba a acceder a un puesto de gobierno en una de las castas gobernantes. Boru aprendió con un mentor y alcanzó el exaltado título de Observador de Lejanía, lo cual le permitía acceso libre a las enseñanzas de los filósofos bosph, y un glifo propio de posesión: Sólo los bosph gobernantes tenían derecho a propiedad privada, y usaban su glifo para ejercerla. Cuando un bosph ponía su glifo sobre un objeto, estaba reclamándolo como propio, y se batiría en duelo con cualquiera que disputase tal dominio.

Bora Boru

Sobre el año 2 ABY, el Imperio Galáctico bombardeó el planeta Bosph por motivos que mantuvo en secreto. Boru estuvo entre los supervivientes, aunque él mismo habría preferido morir con su pueblo. Boru decidió que buscar venganza contra el Imperio habría sido inútil, así que decidió castigar al Imperio con el mayor insulto de su cultura, la "des-memoria": Boru pasó a ignorar la existencia del Imperio Galáctico, una posición compartida por muchos bosphs.

Boru decidió reorientar su carrera profesional y hacerse contrabandista interestelar. Para ello necesitaba una astronave. Boru se fijó en un pequeño carguero pesado L19 de Surronian atracado en un muelle, y lo reclamó como suyo pintando su glifo en el casco. El propietario de la nave llegó poco después y se ofendió al ver su vehículo garabateado. Boru, convencido de que sus actos eran correctos, mató a esa persona para proteger su propiedad.

Boru bautizó su nave como Bosphón Siempre. El vehículo tenía 50 metros de eslora, una bodega de 120 toneladas y permitía llevar hasta diez pasajeros, con víveres para ocho semanas. Bastaba un único tripulante. El Bosphón Siempre alcanzaba 950 km/h en la atmósfera y tenía un ordenador de navegación y un hipermotor de x2, con un hipermotor secundario de x16, así como escudos, cañones bláster gemelos vinculados en una torreta, y un cañón iónico en otra.

Durante los años siguientes, Boru trabajó de contrabandista y decoró el interior del Bosphón Siempre con diversos glifos y runas: Algunos eran de propiedad, y otros narraban la historia y logros de su mundo, porque Boru quería que su nave fuese un templo a la memoria de su mundo. Sin embargo, Boru era celoso de su intimidad y no quería compartir sus relatos con otra gente: Sólo los seres de su confianza podían acceder al interior de su nave. Era difícil ganarse a Boru, pero era especialmente leal. Él simpatizaba con otros contrabandistas que odiasen al Imperio, y estaba dispuesto a reducir sus tarifas cuando trabajaba para tales personas.

Al mismo tiempo, Boru estaba en una gesta de autodescubrimiento y entrenaba sus habilidades de la Fuerza. Boru no conocía a los jedi, pero rechazaba los actos malvados y procuraba no matar si podía evitarlo. Sin embargo, no veía problema moral en utilizar la Fuerza para progresar como contrabandista.

Las habilidades de la Fuerza de Boru eran variadas: Podía usar la Fuerza para mejorar sus sentidos, encontrar a otros seres aunque quisieran esconderse, rastrear a personas específicas, percibir la cantidad de vida en una zona y su alineación, e incluso oír los pensamientos superficiales de otras personas. Si se concentraba en un lugar, podía ver qué estaba pasando en ese momento allí (También funcionaba con individuos). Por último, estaba familiarizado con el llamado "truco mental" para influenciar brevemente a personas con ilusiones y modificaciones en su comportamiento.

Boru era un excelente navegante, muy familiarizado con diversos sistemas planetarios; pero sus habilidades de pilotaje eran sólo decentes para su campo de trabajo y especializadas en transportes espaciales. No tenía experiencia reparando naves y sólo se defendía pilotando repulsores de superficie. Sin embargo, se manejaba bastante bien en áreas más intelectuales: Conocía varios idiomas, había tratado con muchas especies, negociaba con maestría y se sabía mover en entornos salvajes y urbanos, además de tener una gran fuerza de voluntad. Era además muy perspicaz, capaz de pasar desapercibido. Tenía cierto entrenamiento en combate cuerpo a cuerpo y podía disparar su arma de elección, la pistola aturdidora. Era además un buen intérprete de Geddy Bosphón Como se podía ver en sus tatuajes, había viajado a mundos que el Imperio aún no había descubierto.

Boru vestía con togas sueltas, para ocultar objetos en sus muchos pliegues. Llevaba consigo un bastón con Cristales Estelares Bosph en la punta.

Boru estaba activo en el Borde Exterior poco después de la batalla de Endor, cuando los imperiales desatendían sus activos de esa zona en un intento de reclamar el Núcleo. Para entonces, Boru había superado la esperanza de vida de su especie y sólo había sobrevivido por sus poderes de la Fuerza.

Bosphón Siempre

Lento y contemplativo, Boru era percibido como un viejo cansado. En realidad, Boru se tomaba tiempo para percibir exhaustivamente una situación a varios niveles, lo cual apenas le llevaba unos momentos, y combinaba su análisis con su aptitud de la Fuerza para percibir el potencial éxito de un acuerdo. Por ello, Boru a veces rechazaba apuestas que parecían ganadoras, o aceptaba lo que aparentaba ser absurdo. Por supuesto, Boru se abstenía de compartir sus motivos para tales decisiones.

Boru, como contrabandista, era uno de los bosphs más famosos de la galaxia, y uno de los pocos bosphs con reputación fuera de Bosph.

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Articulo creado por Skippy Farlstendoiro y maquetado por el Coronel Kurtz para SithNET.
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