RILLAO

Artículo escrito por Skippy Farlstendoiro y maquetado por el Coronel Nathan Kurtz.
Prohibida la reproducción total o parcial sin el consentimiento de los autores.



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De adepta osucra a rebelde

 

Rillao era una hermosa mujer firrerreo de rasgos faciales afilados, ojos negros, piel dorada y cabello largo en tiras plateadas y negras. Era de estatura media, con lo que medía una cabeza más que Leia Organa Solo. Rillao tenía habilidades de la Fuerza que venían del lado luminoso, siendo ella principalmente una curadora. Rillao no fue miembro de la Orden Jedi, pero pertenecía a uno de los pocos clanes agraciados de firrerreos que tenían permiso para salir del planeta Firrerre.

En los tiempos del Imperio, el lord sith Darth Vader observó el potencial de Rillao para aprender la Fuerza y llamó su atención. Un agente de Vader, el Inquisidor Antinnis Tremayne, encontró a Rillao y a otro firrerreo con poderes de la Fuerza, Lord Hethrir. Creyendo que podrían estar afiliados con la Orden Jedi, cuyos supervivientes eran fugitivos del Imperio, Tremayne torturó a ambos para obtener información sobre los jedi, pero ninguno pudo decirle nada. Satisfecho, Tremayne decidió que Hethrir y Rillao eran aptos para convertirse en adeptos del lado oscuro y los llevó con Vader para entrenar. Vader tenía permiso del emperador para entrenar a unos pocos agentes en los secretos de los jedi, y además conocía el secreto cultural de los firrerreos: Cuando alguien decía el nombre de un firrerreo en voz alta, ese firrerreo estaba obligado a obedecer al hablante.

Mientras el Imperio Galáctico declaraba a los firrerreos "especie subhumana, Vader entrenaba a los jóvenes Hethrir y Rillao como jedis tenebrosos. Hethrir y Rillao se conocieron entonces, se enamoraron y se hicieron amantes. Vader esperaba que tuviesen un hijo con gran potencial para la Fuerza, al que el gran Imperio podría doblegar y entrenar.

Ah, pero el programa docente de Vader no fue absorbido con la misma intensidad por ambos alumnos. Hethrir aprendía a utilizar los poderes del lado oscuro con naturalidad y truculencia, mientras que Rillao rechazaba abrazar esas enseñanzas oscuras, repelida por la naturaleza del lado oscuro. Ella no ansiaba tener poder sobre otras personas, sino sólo escapar de esa vida, y por ello decepcionó a Vader y se distanció de Hethrir. Los poderes de Rillao incluían curar, fortalecer y aliviar a otros, y Vader le prohibió ejercer al menos el primero (Otra habilidad de la Fuerza de Rillao le permitía percibir precisamente los entornos donde no se podía utilizar la Fuerza en condiciones normales). Aunque ella aprendió a utilizar el sable láser, arma tradicional de los jedi, Vader y Hethrir desconfiaban de ella: El lord sith no ocultaba su desprecio, pero el lord firrerreo simplemente dejó de amarla y la expulsó de su vida; eso atormentaba a Rillao, que hubiese preferido ser abiertamente odiada.

Rillao y Hethrir de todos modos concibieron un hijo. Cuando Rillao estaba embarazada, Vader nombró a Hethrir Procurador de Justicia imperial, un cargo importante. Hethrir condenó a docenas de planetas traicioneros y, cuando Vader le ordenó la destrucción de Firrerre en señal de lealtad al Imperio y al lord sith, Hethrir obedeció. Hethrir esperaba que el Imperio le declarase humano tras ese sacrificio, aunque a esas alturas Rillao no entendía que alguien pudiese desear ser humano. Hethrir no sólo devastó Firrerre con un arma biológica en 1 DBY, matando a millones de firrerreos, sino que además secuestró a miles de firrerreos, a los que encerró crionizados en naves espaciales sublumínicas enviadas en supuesta misión colonial (Esto último era confidencial; aunque Rillao y unos cuantos sabían la verdad, la mayoría de la galaxia creía que los firrerreos se habían extinguido).

Rillao estaba horrorizada ante los actos de su pareja, y decidió ocultar su embarazo a Hethrir y a Vader, y abandonarles. En una grabación, explicó que despreciaba a Hethrir al punto de negarse a decir su nombre, y contó que había decidido ir con su pueblo en animación suspendida para intentar protegerles y evitar que Hethrir les encontrase. Aparentemente, después ella cambió de planes: En vez de eso, Rillao escapó aún embarazada a un planeta insignificante, lejano y pastoral, donde esperaba ocultarse de Hethrir. Allí tuvo a su hijo varón, al que llamó Tigris, entre 1 y 2 DBY.

El pequeño Tigris, de ojos oscuros y cabello a tiras negras y plateadas, era físicamente parecido a Rillao. Él no tenía habilidades de la Fuerza, lo cual alegró a Rillao: De ese modo, concluía ella, el chico no podría ser jedi, sino que tendría que ser artista, científico, diplomático o explorador. Ella le crió felizmente, practicando su curación en secreto y ocultando a su hijo la identidad de su padre pese a las preguntas del niño. Rillao vivía en un pueblo y ayudaba a sus vecinos, obteniendo beneficio a cambio en forma de comida o ropa.

Ella era una mujer orgullosa que caminaba erguida: Se negaba a ayudar a quienes podían valerse por sí mismos ante un problema, o a quienes podían ser una amenaza para ella o su familia, aunque sí cuidaba de niños pequeños y se compadecía de quienes tenían apuros. Aunque ella despreciaba a los plebeyos, comerciantes y esclavistas, tenía un contacto de esta última profesión en el planeta Calcedonia, uno de los burócratas llamados Indexadores. Rillao sabía pilotar una astronave, pero no comprendía el idioma binario. En su tiempo con Vader, Rillao había obtenido cierta información secreta del Imperio; por ejemplo, sabía que las naves-mundo, que la mayoría de gente consideraba míticas, existían realmente y que el emperador Palpatine las usaba para recompensar a algunos de sus oficiales.

En el año 4 DBY, el emperador murió en la batalla de Endor, y el Imperio empezó a fragmentarse. La facción más poderosa pasó a ser la Nueva República, fundada por la princesa Leia Organa de Alderaan, a quien Rillao admiraba y conocía por reputación. Hethrir se ocultó en el anonimato para fundar una camarilla secreta. Rillao le dio por muerto y lloró por él, por Firrerre y por los firrerreos congelados supervivientes. Ella se creía a salvo, aunque se seguía sintiendo sola y asustada, especialmente por la vida de su hijo.

Hethrir consiguió patrocinadores adinerados que llenaron las arcas de su nuevo bando, el Imperio Renacido; y también financió sus actividades descongelando a varios firrerreos, especialmente niños, para venderlos como esclavos. Sólo Hethrir sabía dónde estaban las naves colonizadoras, y accedía a ellas a su antojo. Así, Hethrir obtuvo vastos recursos, y dedicó una parte de éstos a buscar a Rillao.

Finalmente, Hethrir encontró a Rillao en 9 DBY. Rillao y Hethrir combatieron, y el entrenamiento agresivo de Hethrir le permitió vencer a su antigua compañera. Eligió no matarla, porque quería conseguir la obediencia de Rillao, fuese ésta voluntaria o después de doblegarla. Hethrir llevó entonces a Rillao a una de las naves colonizadoras, y la encerró en un aparato de tortura parecido a una telaraña, que la mantendría viva y despierta entre hebras plateadas, cortando su piel dorada en una nave sin nada vivo a bordo. Rillao fue marcada en la palma de su mano con una cicatriz (por cierto mal curada) que la identificaba como una esclava. Por último, Hethrir se llevó a Tigris consigo, planeando convertirle en su heredero del Imperio Renacido pero, cuando descubrió que el niño no tenía poderes de la Fuerza, el decepcionado Procurador se conformó con hacer de Tigris un sirviente esclavizado. Los firrerreos creían que, si otra persona pronunciaba el nombre de un firrerreo, ese firrerreo estaba condicionado a obedecer al que hablase; así que Hethrir se aseguró de que incluso los otros prisioneros crionizados pudiesen averiguar el nombre de Rillao.

Rillao se quedó a bordo a de la nave, despierta y atormentada, durante años. Averiguó de algún modo la historia de Hethrir, y observó que Hethrir ya no se llevaba niños firrerreos de sus "reservas". Rillao decidió que ya no debían quedar niños en las naves, y que por ello Hethrir había añadido el secuestro a su lista de atrocidades.

Usando mentiras y medias verdades, Hethrir manipuló a Tigris para que el niño creyese que su madre era una necia y débil traidora. Le hizo creer que Rillao había robado los poderes de la Fuerza de Tigris mientras le acariciaba el pelo y le decía que le quería. Finalmente, Hethrir llevó a Tigris a la nave esclavista para que el pequeño acusase a Rillao. Aún viendo el maltrecho cuerpo de su madre, Tigris la insultó y le dio la espalda. Sin embargo, Rillao siguió creyendo que había esperanza de salvar a Tigris de la maldad que había consumido a Hethrir. Rillao no comprendió que Hethrir incluso había ocultado a Tigris la identidad del padre del niño.

En 14 DBY, Hethrir había hecho un trato con la criatura extradimensional Waru, que habitaba la estación Crseih. Waru se alimentaba de la fuerza vital de las personas que iban a él, obteniendo especial alimento de los seres fuertes en la Fuerza; pero, cuando estaba saciado, Waru curaba las enfermedades de otros seres y, ocultando sus crímenes, se ganaba una reputación de obrador de milagros. Hethrir conocía la verdad de Waru, y pretendía ofrecerle en sacrificio a un niño con altos poderes de la Fuerza, cuyo sacrificio permitiría a Waru volver a su universo de origen; tal viaje generaría una gran energía que Hethrir esperaba absorber en su propio cuerpo, incrementando sus poderes. Hethrir había organizado una escuela de seguidores fanáticos preadolescentes con poderes jedi, y llevaba a algunos alumnos leales ante Waru para un proceso que él llamaba "purificación" y que incrementaba los poderes del ungido (o alternativamente lo mataba). Sin embargo, para satisfacer la creciente hambre de Waru, Hethrir necesitaba un niño excepcional, y por eso decidió raptar a los tres hijos de Leia Organa (ahora Leia Organa Solo), los nietos de Darth Vader. Hethrir decidió que el más pequeño, Anakin, de tres años y medio, era el sacrificio óptimo, y preparó el viaje a Crseih con un séquito que incluía a Tigris y a varios alumnos aventajados o "próctors".

Al hacer esto, Hethrir había subestimado la determinación de una madre (o de dos, como veremos más adelante): Leia Organa Solo inició una misión secreta para rescatar a sus hijos, acompañada de su droide R2-D2 y de su amigo Chewbacca el wookiee, y a bordo de su nave personal Alderaan. Aún ignorando quién era el culpable del rapto, ella abandonó sus responsabilidades para seguir el rastro hiperespacial de los secuestradores desde el lugar del crímen, Munto Codru y, guiada por la Fuerza y por R2-D2, Organa Solo llegó a la zona donde Hethrir guardaba los cargueros llenos de firrerreos en animación suspendida.

Organa Solo y sus colaboradores subieron a bordo del carguero donde estaba Rillao, y allí Organa Solo despertó a un firrerreo crionizado en un acto de piedad. La Princesa de Alderaan vio a Rillao colgada en una herramienta de tortura y, al ver que la pobrecilla seguía con vida, Organa Solo y R2-D2 intentaron ayudarla. El otro firrerreo, que se negó a darle su nombre, detuvo a Organa Solo porque sus intentos sólo enredaban más a Rillao; sin embargo, el firrerreo no sentía deseo de liberar a Rillao porque ella era de otro clan y por tanto no era nada para él, y además porque el firrerreo creía que Rillao era de algún modo culpable del sufrimiento de su raza. El firrerreo quiso dar a los extraños el nombre de Rillao, para debilitarla. Organa Solo afirmó llamarse Lelila, alegó que el wookiee era Geyyahab, y manipuló al firrerreo para que les ayudase a liberar a Rillao a cambio de su propia libertad. El extraño manipuló la consola y las telas que retenían a Rillao se extendieron y contrajeron, alejándose de su cuerpo. La ensangrentada mujer cayó en manos del wookiee que, por orden de Organa Solo, la llevó al Alderaan.

Probablemente Rillao habría muerto de haber seguido mucho más tiempo allí, pero los sistemas médicos del Alderaan empezaron a tratar su fisiología, y la mujer inconsciente empezó a sanar sus heridas. Organa Solo habló mientras con el extraño, aprendiendo algunos rasgos culturales de los firrerreos y revelándole información. El extraño decidió volver a su criosueño con su gente, esperando despertar para cuando el Imperio fuese sólo un recuerdo. Organa Solo aceptó, pero se llevó a Rillao en el Alderaan. Rillao había sido torturada por las mismas personas que habían raptado a los tres hijos de Organa Solo, según razonaba la Princesa, y por ello sería interrogada al despertar. Además, Organa Solo dedujo que Rillao tenía poderes de la Fuerza, y que su dolor generaba interferencias que habían impedido a Organa Solo rastrear a los secuestradores, pero que podría ser una valiosa aliada. R2-D2 custodiaba la puerta de la enfermería.

Rillao despertó con el pelo enmarañado y envuelta en equipo médico. Moviendo sólo los ojos por el quirófano, buscó entre gruñidos una ruta de escape. Al hacerlo, vio que Organa Solo la estaba mirando desde el umbral y, habiendo aprendido de su conversación con el otro firrerreo, Organa Solo no iba a ser compasiva con Rillao, y ocultó su propio nombre y el de Chewbacca con seudónimos. La curadora le negó gratitud por haberla salvado, puesto que ella no había pedido tal favor; pero se empezó a asustar al oír que Organa Solo conocía su nombre. Organa Solo intentó ser razonable y, ante una pregunta directa de Rillao, negó ser su ama. Esto desconcertó a Rillao, que pensaba que sólo un esclavista podría haber accedido a esas naves fuera de las rutas de comercio. Rillao explicó a desgana que los esclavistas les acosaban, y que llevaba cinco años presa, y consciente. Organa Solo vio la cicatriz en la palma de la mano de Rillao, y se ofreció a darle equipo médico para borrarla, pero Rillao quería mantener ese estigma hasta tener ocasión de vengarse de quien se lo había puesto.

Débilmente, Rillao se incorporó en su litera e interrogó a Organa Solo. Al saber que ella había seguido a una nave hasta el almacén de esclavos, Rillao temió que Organa Solo hubiese destruido la nave con Tigris a bordo. Organa Solo ocultó su identidad y sus poderes, pero explicó a Rillao que estaba persiguiendo a secuestradores. Rillao entonces explicó que los esclavistas estaban posiblemente asociados con el Imperio Renacido, una facción a la que Organa Solo subestimaba; y le contó también que su hijo estaba a bordo de esas naves. Chewbacca se compadeció de la firrerreo y posó su enorme zarpa sobre la mano de ella mientras Rillao aullaba de dolor. Finalmente, Organa Solo convenció a Rillao para que la ayudase, y ella aceptó queriendo conocer el destino de su hijo, y marcar el destino de su amante.

Organa Solo quería ir a las otras naves a liberar a los otros firrerreos, pero Rillao, que estaba devorado un guiso usando sus dedos, la convenció de que no: Si bien los otros firrerreos podrían estar agradecidos, no tenían recursos para ayudar a Organa Solo, ni información que ella quisiese, y la tarea llevaría demasiado tiempo. Explicándoselo, Rillao contó a Organa Solo la historia de su antiguo compañero, y al pronunciar el nombre de Hethrir sonrió rugiendo, encantada de dar el nombre del Procurador a alguien que pudiese enfrentarle. Sabiendo que podía tener una aliada en Organa Solo, Rillao escogió con cuidado sus palabras para no ofenderla. Organa Solo aceptó no liberar a los durmientes en ese momento, pero se comprometió a hacerlo en cuanto hubiese rescatado a sus hijos.

Rillao preparó un rumbo al planeta Calcedonia, donde pretendía interrogar a su contacto y averiguar si alguien había traficado con firrerreos en su negocio. La curandera se echó a dormir inmediamente después, y Organa Solo cuidó de su seguridad asegurándose de que R2-D2 le abrochara los cinturones. Sin embargo, Organa Solo no ofreció ropa a Rillao, una metedura de pata que Rillao le mencionó; Organa Solo había creído equivocadamente que los firrerreos no usaban ropa. En cuanto lo comprendió, y durante el camino a Calcedonia, Organa Solo dio a Rillao un traje de salón y una toga larga de seda verde. Para entonces, las heridas de Rillao se habían curado, dejando sólo cicatrices plateadas.

Una vez en Calcedonia, Rillao guió a Organa Solo sin decirle claramente adónde iban; la Princesa temía perder prestigio ante Rillao si osaba preguntarlo. Rillao, por su parte, se extrañó de que el pequeño y leal R2-D2 les siguiese a todas partes. Finalmente, alcanzaron la guarida del indexador que conocía Rillao, y consiguió una reunión no programada. El indexador no estaba satisfecho con ese cambio de sus planes, pero Rillao le halagó diciendo que otros no podrían ayudarla con el problema que ella tenía. Rillao mintió abiertamente diciendo que un grupo de firrerreos se estaba dedicando al esclavismo, traficando con otros firrerreos para adaptarse a los tiempos. El indexador contactó neuronalmente con otros de su especie, emitiendo un atronador pitido, y concluyó que nadie vendía públicamente firrerreos (Esto alivió a Rillao, porque de lo contrario el rastro de su hijo habría sido más difícil de seguir). El indexador, sin embargo, dirigió a Rillao hacia la Estación Asilo, nombre en argot de Crseih, basándose en rumores de que otros esclavistas rivales podrían estar haciendo transacciones secretas allí; a cambio, pidió a Rillao que confirmase si era cierto. Organa Solo no conocía el término Estación Asilo, y Rillao asumía que la Nueva República ya habría cerrado un lugar tan vil.

El Alderaan puso rumbo a Crseih, pero Organa Solo sintió a sus hijos en la Fuerza, y salió del hiperespacio prematuramente para seguir su rastro, entre quejas de Rillao. Ambas encontraron la nave-mundo de Hethrir, y volaron sobre su superficie buscando seres inteligentes. Encontraron un campo de aterrizaje vacío y, a más distancia, un grupo de niños esclavos que se habían fugado, dirigidos por Jaina y Jacen Solo, los hijos de cinco años de Organa Solo, que combatían con notable éxito a los próctors, alumnos condicionados de Hethrir. Aunque Rillao no mostraba interés por la batalla, Chewbacca llamó la atención sobre los niños Solo, y Organa Solo aterrizó la nave de modo que pudiesen subir a bordo. Rillao ayudó a entrar a Jacen cogiéndole la mano, y después ayudó a los demás.

Jacen y Jaina balbucearon incoherentemente para contar a su madre lo que había sucedido, cómo debían proceder para rescatar a Anakin y a otros niños, y expresaron su desagrado por Hethrir que, según contaban, había afirmado ser su padrino. Rillao les dijo que Hethrir no era su padrino, sino un embustero, y después intentó consolar a un niño pequeño que lloraba. La curandera se negó a dar su nombre inicialmente a los niños, pidiendo en vez de eso que la llamasen sólo Firrerreo. Jaina observó el parecido familiar de Rillao con Tigris, a quien había conocido durante su cautiverio, y especuló abiertamente que Rillao fuese la madre de Tigris. Rillao mostró un ávido interés al punto de sobresaltar a Jaina, y pidió a la niña más información sobre Tigris. Jaina y Jacen le contaron que, aunque Tigris seguía a Hethrir, no era realmente malo por mucho que lo intentase; y Rillao confirmó que Tigris no había dado su nombre voluntariamente, sino que Hethrir lo había regalado. Rillao pronunció lentamente el nombre de su antiguo compañero con rabia.

Jacen y Jaina guiaron a su madre y a Rillao al complejo donde habían estado retenidos. Organa Solo pidió a Rillao y a Chewbacca que lo explorasen. Rillao aceptó a desgana dejar a Organa Solo sola con los prisioneros próctors. Rillao encontró a otro grupo de niños seguidores de Hethrir, que Jaina identificó como los ayudantes, y a un cocinero esclavo, a quien Organa Solo puso al mando del planetoide. Chewbacca sugirió que dejasen a los niños en la nave-mundo y la lanzasen hacia espacio republicano por el hiperespacio; y Rillao tardó poco en programar la hiperruta. Organa Solo aseguró la seguridad de todos los niños en el planetoide y lo programó para que volase a Munto Codru, donde la República cuidaría de estos refugiados hasta poder devolverlos a casa. Por lo demás, metió a sus dos hijos en el Alderaan y, junto con Rillao, Chewbacca y R2-D2, puso rumbo a Crseih. Aunque Chewbacca quería hacer los cálculos de astrogación, Organa Solo asignó ese rol a Rillao porque conocía el destino; el wookiee protestó porque Rillao no había navegado en un lustro.

Antes de llegar a Crseih, Rillao observó a Organa Solo con sus hijos y percibió su poder en la Fuerza en forma de un dolor de cabeza sin precedentes. Rillao comprendió que estaba ante jedi y se lo dijo a Organa Solo. Cuando los gemelos se vieron sobrecogidos sólo pensando en Hethrir, Rillao percibió que Hethrir había usado sus poderes oscuros sobre ellos. Rillao les acarició el cabello y usó sus poderes para tranquilizarles y para eliminar la influencia negativa de Hethrir, devolviéndoles la sonrisa. La curandera se alejó hacia la silla de copiloto del Alderaan, pero Organa la siguió. Para entonces, Rillao ya confiaba en Organa Solo y le contó más detalles sobre su pasado con Hethrir. Organa Solo, a su vez, le reveló su auténtica identidad, y Rillao se arrodilló ante ella, reconociendo la reputación de su aliada. También hablaron de sus planes al llegar a Crseih, donde estaba el hermano de Organa Solo, el jedi Luke Skywalker, en una misión completamente distinta. Rillao y Organa Solo intentaron percibir a sus familiares en Crseih usando la Fuerza, pero fallaron y dedujeron que se debía a la gran distancia (En realidad, existía una anomalía en Crseih que dificultaba el uso de la Fuerza). R2-D2 observó que la estrella que orbitaba Crseih estaba en las últimas etapas de su vida, pero Rillao creyó erróneamente que el droide se estaba burlando de ellas.

Rillao, Organa Solo, Chewbacca, R2-D2 y los gemelos recorrieron Crseih como si fuesen una excursión familiar; Rillao cubrió la mayoría de sus cicatrices con su ropa, y daba troncos orgullosa. Jaina identificó la nave en la que los esclavistas se habían llevado a una niña presa con la que había confraternizado, y las adultas hablaron con los vigilantes de la nave. Creyendo éstos que eran compradores de esclavos, les dirigieron a la Logia del Cráter, donde podrían hablar con la dueña de la nave, Lady Ucce. En la Logia, les tomaron por seguidores de Hethrir, y les dijeron que todos habían partido ya a ver a Waru; el encargado preguntó a Rillao cuál era su nombre para anotarlo, pero Rillao explicó que, como era de la misma especie que Hethrir, se negaría a contestar. Como incidente menor, la mascota alada de Jacen se comió un pececito valioso y el encargado protestó, pero Rillao simplemente pidió que lo cargasen en su cuenta y, manteniendo su actitud arrogante, el grupo se fue, ahora buscando a Waru. El primer viandante que encontraron les dirigió hacia el domo donde vivía Waru.

Organa Solo observó que no podía percibir a su hijo pequeño en la Fuerza, y preguntó a Rillao si ella percibía a Tigris. Rillao comprobó que no podía usar la Fuerza adecuadamente por la anomalía de Crseih, y dedujo que tampoco podrían usar sus sables; pero al mismo tiempo, eso impedía a Hethrir acceder a sus propios poderes, y lo consideró una posible ventaja.

El grupo de Organa Solo localizó la casa de Waru y vieron que estaba protegida por próctors de Hethrir. Rillao se sintió animada, aunque Organa Solo temía que Hethrir se les escabullese mientras peleaban con sus sicarios. Organa Solo encargó a Chewbacca quedarse atrás protegiendo a los gemelos, mientras ella misma y Rillao atacaban. Justo cuando entraban, toparon con el marido y el hermano de Organa Solo, respectivamente Han Solo y Luke Skywalker, y su aliada Xaverri. Cada grupo informó rápidamente al otro de la situación. Luke Skywalker, identificando a Rillao como usuaria de la Fuerza, la miró con atención, y ella le devolvió la mirada con frialdad.

Organa Solo y sus amigos entraron en el templo de Waru para ver al joven Tigris sosteniendo al pequeño Anakin entre sus brazos e intentando huir de su enfurecido amo Hethrir: Tigris acababa de impedir que Hethrir sacrificase la vida de Anakin durante una ceremonia a la que asistían los ricos partidarios de Hethrir con sus esclavos además de los próctors. Otro joven esclavo, el canino wyrwulf Guau, se interponía rugiendo entre Tigris y sus enemigos. Anakin vio a su madre y la llamó; Organa Solo corrió al encuentro de su hijo y, en cuanto vio a Tigris, comprendió que éste se parecía físicamente a Rillao.

En la confusión subsiguiente sucedieron varias cosas, entre ellas que Organa Solo tomó a su hijo pequeño pero Hethrir atrapó a Tigris. Skywalker, fascinado por la criatura cuadrada Waru, entró voluntariamente en su interior, mientras Hethrir exigía a Waru que tomase a Skywalekr como sacrificio y a cambio diese a Hethrir grandes poderes de la Fuerza. Skywalker desapareció y Organa Solo saltó tras él. Los adinerados asistentes intentaban escapar mientras los próctors pretendían mantener el control, pero Chewbacca irrumpió con los gemelos Solo, perturbando aún más la situación y favoreciendo una revuelta espontánea de los esclavos.

Rillao se interpuso entonces entre su hijo y Hethrir, y agarró a este último por la garganta en un ataque, lo cual dejó a Tigris aún más confuso. Mientras Hethrir y Rillao peleaban, Han Solo saltó también al interior de Waru. El chico, Tigris, se encontraba confuso: Por su adiestramiento, debería estar ayudando a su amo contra su madre, aún percibida como traidora y merecedora de ejecución, pero se encontraba paralizado. Hethrir intentó activar su sable usando la Fuerza, pero la anomalía de Crseih provocó que el arma estallase entre chispas e hiriese a su usuario antes de caer al suelo destruido. Rillao arañó la cara de Hethrir, de modo que Hethrir dejó caer su segundo sable, y ella dio entonces un salto para alejarse. Ambos estaban ya jadeando mientras se enfrentaban, y Rillao hizo una finta. Pero Hethrir también ocultó sus intenciones, intentó atacarla de un salto, aprovechó para recoger el sable caído, y aprovehcó un momento de distracción para saltar sobre la espalda de su antigua compañera. El Procurador estranguló con su brazo a la curandera, y abrió la boca preparando un mordisco. Si llegaba a lanzar ese ataque, él mordería la columna de Rillao y la paralizaría.

Tigris, temiendo por su madre, agarró la toga de Hethrir para suplicarle que no la matase, y en el proceso abortó el golpe de gracia. Hethrir criticó el movimiento y justificó su acto porque la víctima era una traidora; pero Rillao llamó entonces traidor a Hethrir. Tigris se sobresaltó al oír que insultaban a su amo, y Rillao comprendió entonces que Tigris no sabía que Hethrir era su padre. Rillao le reveló esa verdad en un momento en que la mayoría de seguidores de Hethrir ya se habían rendido.

Hethrir acusó a Rillao de mentir, acto propio de quien traicionaba su juramento al Imperio; pero Rillao podía contrarrestar ese argumento con uno equivalente: Hethrir había roto su juramento de amor hacia Rillao. En vez de negar eso, Hethrir lo reconoció al intentar justificarse, y entonces se dio cuenta de que acababa de reconocer ser el padre de Tigris. Cuando Rillao apeló a su amor paternal, Hethrir no ocultó su desprecio por haber tenido un hijo sin poderes de la Fuerza que nunca podría hereder su trono; tales palabras humillaban especialmente a Tigris.

Hethrir intentó alejarse de Rillao y de Tigris, subiendo al altar de Waru para exigirle poder ahora que había devorado a Skywalker. Tigris intentó seguir a su amo, pero Rillao le aferró; el niño se resistía a estar con esa extraña, pero Rillao insistía en que Hethrir no merecía la vida ni la lealtad de Tigris.

Resultó que Waru no había conseguido devorar a Skywalker, ni a su hermana, ni a su cuñado: Los tres salieron indemnes del interior de la criatura. Enfurecido, Waru acusó a Hethrir de haberle fallado y extendió su superficie dorada sobre el Procurador. Hethrir gritó aterrado, y para cuando él ya no estaba, su grito aún perduraba. La influencia en la Fuerza afectó a los jedi presentes, haciendo que Rillao se estremeciese y dando a Tigris la ocasión de liberarse. Mientras Waru se reducía hasta el tamaño de un puño, Tigris corrió hacia la tarima. Rillao se lanzó tras él y le aferró con fuerza por el tobillo, pero Tigris forcejeó contra ella, dejándola sorprendida al punto de volver a soltarle. Rillao gritó desesperada mientras Tigris sostenía el pequeño objeto sólido que había sido Waru. Waru se contrajo hasta desaparecer, llevándose consigo a Hethrir, y Tigris se derrumbó lloroso en el suelo.

Rillao alejó a Tigris del escenario entre palabras amables y con la ayuda de Xaverri, pero Tigris estaba alicaído, cabizbajo y enfurecido, gritando a su madre que no pronunciase su nombre y evitando sus abrazos mientras seguía buscando la esfera de Waru. Organa Solo se acercó a la compungida Rillao y le aconsejó que diese tiempo a Tigris; le ofreció la ayuda de Skywalker, pero Rillao la rechazó, porque quería evitar influencias externas mientras Tigris se encontraba a sí mismo. Organa Solo también ofreció a Rillao y Tigris asilo en Coruscant, algo que atentaba contra el orgullo firrerreo de Rillao; viendo la respuesta de la curandera, Organa Solo lo justificó como su forma de pagar a Rillao por lo que había hecho. Organa Solo decidió no pronunciar el nombre de Rillao como forma de coacción.

Rillao se quedó con Organa Solo y su familia mientras Tigris salía del templo, ascendía media colina en el exterior y se sentaba en el suelo ante la mirada de su madre. R2-D2 se acercó con noticias: La estrella del sistema estaba alcanzando un estado crítico y destruiría el espacio local en menos de tres horas, en parte por las anomalías causadas durante la destrucción de Waru. Organa Solo dirigió a toda su familia hacia su nave, y pasaron ante Tigris. Rillao pidió a su hijo que les acompañase para no morir, pero Tigris alegó que no le importaba. Organa Solo, Anakin y Han Solo convencieron a Tigris de que les acompañase por su propio pie, y Skywalker animó a Rillao porque empezaban a llegar a Tigris; Rillao y Han Solo estaban de acuerdo en que Tigris no quería morir.

Una vez a bordo del Alderaan, Skywalker explicó que sus sentidos de la Fuerza se veían afectados por la estrella, y Rillao reveló tener también poderes y un sable láser. Skywalker propuso que entrenasen esgrima cuando saliesen, y Rillao no se negó. Después, la curandera se unió a los demás pasajeros en la cabina del Alderaan. Su dolor de cabeza fue creciendo según pasaba el tiempo, al igual que el de Skywalker, hasta que saltaron al hiperespacio rumbo a Munto Codru. Skywalker estaba llevando mucho peor los dolores, y Rillao se ofreció a ayudarle con sus poderes mientras profería un chascarrillo. Tigris estaba mirando en silencio a su madre en ese momento.

La situación acabó sin más víctimas, gracias a que R2-D2 pudo activar el olvidado hipermotor de la propia Estación Crseih, y la destrucción del sistema solar impedía que volviesen a darse las condiciones propicias para traer a una criatura extradimensional como Waru.

Al fin sin la influencia de Hethrir, Tigris acompañó a Rillao a Coruscant, donde ambos se unieron a la Nueva República. Rillao consideró seriamente la posibilidad de aprender los caminos de la Fuerza de la mano de Luke Skywalker.

Más tarde, la Nueva República liberó a todos los otros firrerreos e intentó reubicarlos como ciudadanos del planeta Belderone. Belderone había sufrido daños a manos del Imperio, y los firrerreos podían ayudar a reconstruirlo a cambio de ser ciudadanos. Sin embargo, los nativos de Belderone se oponían al acuerdo, especialmente porque Rillao había sido sirvienta del imperial Darth Vader en el pasado. Afortunadamente, los belderonianos cambiaron de opinión tras ser convencidos por uno de los suyos, Flint.

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