14 de Octubre de 2.003
La franquicia Star Wars no puede
volver a ser tomada en serio, según explica un Maestro Jedi.
"Ummm, bueno, ahora parecen un poco tontas, no?" explicaba ayer el actor
Liam Neeson al periódico The Toronto Sun mientras realizaba una serie de
entrevistas relacionadas con su última película, la comedia romántica
Love Actually.
"La última (película de Star Wars) era simplemente efectos de
pirotécnia," explicaba Neeson sobre el Episodio II El Ataque de los
Clones, lamentando que todo "lo creado por ordenador" no permite que
exista una conexión entre los actores y la audiencia.
Neeson no espera ninguna novedad para el Episodio III, en el cual no va
a participar, y que concluirá la nueva trilogía en el año 2005.
Aunque Neeson no se retracta de su participación en Star Wars: Episodio I Una Amenaza Fantasma (1999), cree que su
interpretación está bastante lejos de lo que se consideraría una
"actuación estelar".
"Me encantó participar en la primera parte," dice, "y me encantó
trabajar con George Lucas."
Neeson interpretó a Qui-Gon Jinn, un Caballero y Maestro Jedi que tiene
bajo su tutela a Obi-Wan Kenobi y al joven Anakin Skywalker.
"Admitámoslo," Neeson explica con una media sonrisa, "todos parecíamos
un hermoso trozo de madera. Gran parte de nuestro trabajo era
interactuar con una pantalla azul, lo cual es de gran dificultad y un
reto para nosotros, ya sabes, hacer creer que la cosa que tienes
delante, y con la cual trabajas cada día, es una bestia alada que habla."
La pantalla azul es un sistema dentro del plato en el cual los actores
tienen que actuar literalmente frente a una pantalla azul gigante, que
luego será reemplazada por efectos especiales generados por ordenador.
"Pero oye," finaliza Neeson, "Estoy muy orgulloso de lo que hice.."
Enviado por: Shuse Lindux
Traducido por: Lord Bael
Fuente: http://www.canoe.ca
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