Ewan McGregor en San Sebastián


 
28 de Septiembre de 2.001

Ewan McGregor llegó el martes a San Sebastián, con motivo del Festival de cine que se está celebrando durante estos días en la capital donostiarra y donde presentó en el velódromo de Anoeta el musical Moulin Rouge, filme que protagoniza junto a Nicole Kidman y que dirige Baz Luhrman.

Ewan y Baz   Ewan y Baz  

Abrigo marinero negro y mochila al hombro, el actor de Episodio I: La Amenaza Fantasma cumplió atento con su faceta de estrella. El actor saludó, firmó autógrafos y se dejó fotografiar con las jóvenes admiradoras que le esperaban a la puerta del hotel María Cristina. Todo un profesional.

Ewan y Baz   Ewan y Baz

Tras los desplantes tremendos que han protagonizado otras estrellas invitadas al festival donostiarra, el admirado, querido y, sobre todo, deseado Ewan McGregor ha venido a alegrar ojos en este evento en el que nadie ha sabido conquistar con su simpatía al personal. Pese a contar con un estricto control de prensa, limitado y restringido, una vez en las calles, en la vida real, el hermoso británico ha encandilado a diestro y siniestro. A mujeres y hombres.

Durante la rueda de prensa que concedió, donde se mostró simpático y abierto con los periodistas, habló de su papel en la Saga galáctica. "Me gustaría que me conocieran por todas mis películas, pero este es el único filme infantil que he hecho -explica- y me encanta que los niños me pregunten cosas como ¿cómo funciona tu espada láser?. Lo raro es que también lo hacen los adultos. Hay gente muy rara en ese mundo de fans que rodea a la saga. Hubo incluso un señor que se acercó a mí y me pidió consejo por ser un caballero Jedi".

Ewan y Baz   Ewan y Baz

McGregor da respuestas largas, se suelta, se explaya, mientras se sirve café durante la charla con los periodistas -no un café, sino varios, que coge de una cafetera que tiene en la mesita de al lado- y no le importa hacerse todas las fotos que le piden y firmar autógrafos dedicados a la prensa entregada.

Explica que él se dedicó a la actuación, en parte, a causa de la primera trilogía de La Guerra de las Galaxias, donde había trabajado su tío y reconoce que vio la trilogía "un millón de veces", que jugaba con sus amigos con toda la parafernalia que acompañaba la saga.

En Moulin Rouge Ewan McGregor canta a ritmo de tango y acompañado por José Feliciano -que sólo pone la voz- una nueva versión del Roxanne de Police. También interpreta, junto a Nicole Kidman, Your song, de Elton John, o Héroes, de David Bowie. Se ha escrito, y mucho, sobre la 'química' que surgió entre los dos actores. Ewan McGregor (al que muchos responsabilizan del inesperado descalabro del ex matrimonio Cruise) no oculta la empatía que surgió entre Kidman y él. "Nicole es maravillosa. Nos llevamos bien desde el principio. No parábamos de cantar y bailar juntos. Durante cuatro meses, estuvimos preparándonos para el rodaje, todo aquel mundo bohemio del Moulin Rouge estaba en nuestra cabeza. Llegamos al plató metidos de lleno en los personajes y con un pacto entre nosotros: hiciéramos los que hiciéramos, nunca sentiríamos vergüenza. Cuando te embarcas en un proyecto tan largo, tienes mucha dependencia del otro, se crea una relación muy fuerte. A nosotros nos ocurrió'. 'Bueno" añade el actor después de una pausa, "evidentemente, no hace falta que diga que hablo de una dependencia profesional, de actor a actor".

Casado con una diseñadora francesa algo mayor que él, padre de una hija de cinco años y con otra en camino, Ewan McGregor vive en Londres desde que a finales de los años noventa la película Trainspotting le convirtió en un actor popular fuera y dentro de su país. "Yo no diría que soy una estrella de Hollywood", afirma. "Aunque trabaje en películas que tienen dinero de Hollywood, yo ni vivo ni trabajo allí, ni gano lo que ganan las estrellas de Hollywood. A mí me interesa hacer todo tipo de cine. Ahora, por ejemplo, me voy a Escocia, donde rodaré una película de muy bajo presupuesto. Me gusta la energía que se crea en las películas baratas, el esfuerzo y la entrega es siempre mayor. El mejor cine no es el de Hollywood, pero, mientras las grandes distribuidoras sean norteamericanas, será difícil demostrar lo contrario".

McGregor ha creado una compañía de cine y teatro junto a otros actores británicos de su generación, entre ellos Jude Law y Sadie Frost. El actor asegura que ambos quieren actuar en el West End londinense. De momento, el único proyecto que han finalizado es cinematográfico: Nora, una película sobre la historia de amor entre James Joyce y Nora Barnacle en la que McGregor interpreta al autor de Finnegan's wake.

El actor asegura que desde que hace siete años comenzara su carrera con la película Tumba Abierta, se ha guiado exclusivamente por su instinto: "No me ha ido mal así. El guión es lo que más me importa, ni siquiera el director, no conozco ninguno capaz de hacer una buena película con un mal guión".

Para McGregor, las críticas extremas que ha provocado Moulin Rouge sólo prueban que es un proyecto interesante. "O la adoran o la aborrecen. Eso, para mí, es una buena señal. Lo único que no entiendo es que una película tan alegre y tan poco pretenciosa pueda ofender a alguien. Sólo hay que relajarse y dejarse llevar". McGregor (al que ahora tientan las compañías de discos para que explote sus evidentes dotes musicales) insiste en que lo suyo es actuar: "Prefiero hacer de otros que de mí mismo".

De momento, al actor de Velvet Goldmine y Tocando el Viento le esperan para el próximo año dos estrenos que, probablemente, multiplicarán su popularidad. Uno es, obviamente, el segundo episodio de la saga de La Guerra de las Galaxias, en el que vuelve a interpretar al joven Obi-Wan Kenobi; el otro es Black Hawk Down, de Ridley Scott. "Una película que rodamos en Marruecos y que narra la guerra civil de Somalia de hace 10 años. Creo que es la primera película que tratará la guerra moderna".

McGregor es de los pocos actores que se detienen prácticamente ante cualquier persona que les para una fotografía o un autógrafo. Su publicista le espera paciente en la puerta del hotel María Cristina de San Sebastián mientras él se gana, sin apenas forzar el gesto, la simpatía de sus admiradores."Me gusta este trabajo y asumo lo que conlleva", dice. "Nunca he tenido miedo; aunque pensara que era incapaz de hacer lo que me estaban pidiendo, he seguido para adelante".

Fuentes: www.plus.es / www.elmundo.es / www.elpais.es / www.heraldo.es
Enviado por: LadyMon
Con nuestro agradecimiento para Pablo Calahorra