05 de Mayo de 2.002
Nuestro amigo Santiago de Argentina nos ha enviado este artículo aparecido en el diario La Nación sobre la bella Natalie Portman.
Desde su debut en El Asesino, de Luc Besson, Natalie Portman trabajó con Tim Burton y Woody Allen y junto a Al Pacino y Susan Sarandon. Ahora le puso el broche a una carrera imparable al protagonizar Star Wars. Episodio II: El Ataque de los Clones, que en julio llega a los cines locales.
NUEVA YORK (Page Up-The New York Times Service).
Natalie Portman está enojada... lo que no es bueno, porque sería mejor que no anduviera tan cargada. "He estado acosando a George (Lucas) porque realmente quiero un sable de luz, pero sólo un Jedi puede obtenerlo y yo nunca seré un Jedi", se queja la actriz de veinte años, que retoma el papel de Padme Admidala en Episodio 2: El Ataque de los Clones, el segundo episodio de la Amidala de Star Wars, que se estrenará aquí el próximo 4 de julio (N.T: Recuerdese que se habla de Argentina). "Y como si todo esto fuera poco, siempre recibo estas pistolitas que parecen secadores de pelo. Pero tengo que reconocer al mismo tiempo que esta vez me dieron más responsabilidades. Tuve que correr, saltar, pelear y hacer muchas cosas excitantes. Fue muy divertido", dice la actriz, cuyo personaje en Star Wars hizo su aparición en "Episodio I: La amenaza del fantasma".
Pero no todo es diversión y juego para Portman en El ataque de los clones. La segunda de las tres precuelas de la saga de Star Wars se desarrolla diez años después de la última aventura. Amidala ya no es la Reina de Naboo, sino una senadora que está en la mira de los asesinos. Junto a ella aparecen Anakin Skywalker (Hayden Christensen), ya maduro y de aspecto varonil, y su mentor Jedi Obi-Wan Kenobi (Ewan McGregor), que ha entrenado a Anakin tras el fallecimiento de Qui-Gon Jinn (Liam Neeson).
Aún antes de que Obi-Wan emprendiera con vigor su batalla contra los señores de la oscuridad y los clones, Amidala y Anakin comenzaron a enamorarse. Pero ese amor está predestinado al fracaso. El amor es tabú para los Jedi, y, de todas formas, todos saben que Anakin finalmente emergerá como ese personaje de casco metálico negro conocido como Darth Vader. "Creo que el eje de El ataque de los clones es la relación entre Anakin y Amidala", comenta Portman desde el dormitorio de la exclusiva universidad a la que asiste, y que prefiere no mencionar. "Realmente, Anakin es el centro de todo" -agrega-. "La película habla de su historia. Y además hay una historia de amor en el medio de una gran película de acción. Pero es importante darse cuenta de que hay algo más que acción, porque uno no se va a interesar en cómo se pelea la gente si no se preocupa por la gente en sí misma. Es importante mostrar la humanidad de las personas, y qué mejor forma de hacerlo que dar una visión del interior de sus vidas amorosas? Al conocer este lado íntimo ellos nos llegan por sus ideas y sus sentimientos".
A los 20 años, Portman ya es una veterana de Hollywood que describe a un debutante como Christensen con palabras del tipo de "maravilloso", "serio" y "sencillo". Según explica, ambos compartieron una genuina química como sus respectivos alter egos en Star Wars: "Anakin actúa con pasión. Esta actitud estimula a Amidala, porque refleja lo que ella misma es: una persona intensa y apasionada por lo que hace, si bien esconde en su interior algo oscuro. La pasión de Amidala es muy juvenil e idealista, de las que dicen "yo voy a salvar al mundo", mientras que la de Anakin no es tan clara, definida ni luminosa. Además, para quienes piensan que ella es capaz de salvarlos a todos, obviamente los problemas de Anakin resultarán muy interesantes".
Algunos rumores surgidos de los sets de filmación sugirieron que la química en la pantalla entre Portman y Christensen se extendió también a las vidas personales de los actores. Pero Portman niega que ella y su coestrella estuvieran viéndose fuera del rodaje, a pesar de que todos aseguran lo contrario. "Era inevitable que algo así pasara" -justifica la actriz-. "Siempre ocurre. Pero no me preocupa en absoluto lo que aparece en las columnas de chismes. Yo sé qué es lo que está pasando en mi vida, y eso es lo único que importa." Portman pasará la mayor parte del próximo verano boreal en busca de su próximo papel cinematográfico, aunque ella dice que si nada llegara a concretarse, igual estará muy contenta de poder relajarse en su hogar y, simplemente, pasarla bien con amigos y en familia. También estará muy ocupada con la promoción de El ataque de los clones, que a su juicio será superior a La amenaza fantasma, tanto para la crítica como desde una perspectiva artística. El Episodio 1 de Star Wars, desde su punto de vista, resultó bueno artísticamente al describir los datos esenciales de los personajes, aunque "personalmente hubiera preferido un poco más de aventura".
Teniendo en cuenta lo que ha visto hasta ahora de la segunda precuela, Portman vaticina que será una película espectacular. "Puede sonar a comentario vanidoso, pero no tiene nada que ver con mi perspectiva personal. Esta película pertenece en un 100 por ciento a los artistas de computación de la postproducción, que trabajaron en ella después de que nosotros terminamos de filmar. Tiene las imágenes más increíbles que uno pueda imaginar. Nosotros somos como los colores que ellos utilizaron para pintar sus imágenes".
George Lucas, en su doble condición de escritor y director, volverá a reunirse con su equipo de artesanos digitales para trabajar en el episodio III, que se estaría estrenando en los cines en mayo de 2005. Portman parece lista para pasar un tiempo más en esa galaxia tan, tan lejana. "Es muy emocionante" -comenta-. La tercera aventura se desarrollará en un escenario profundamente dramático. Amidala será madre. Sufrirá pérdidas increíbles. Y yo tendré que cabalgar todos los desafíos" Y, quién sabe, quizá Lucas al fin le permita sostener un sable de luz.
Entrevista de Ian Spelling.
Traducción de Stella Escudero B.
NACIDA PARA MATAR
Desde su desembarco en el cine con un éxito que es también un film de culto, El perfecto asesino, de Luc Besson, cualquiera podría haber dicho que sería una brillante estrella en la galaxia de Hollywood. Ahora, finalmente es la protagonista estrella de una galaxia en guerra que es, al mismo tiempo, la gran estrella de Hollywood. Y desde sus comienzos, esta niña nacida en Israel (Portman es el apellido de su abuela materna) pasó por las manos de Woody Allen en Todos dicen te quiero, de Tim Burton en Marte ataca, trabajó junto a Susan Sarandon en Un cambio de vida y con Al Pacino en Fuego contra fuego, además de haber representado a Ana Frank en una elogiada versión teatral. Y todo esto no se lo debe a ningún gran maestro de actores. Nunca estudió actuación."
Fuente: Diario La Nación (Argentina)
Enviado por: Santiago Fernando Vidal
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