Los padres de las criaturas


 

4 de Julio de 2.002

Interpretan a los personajes principales del filme de George Lucas. Aquí, cuentan cómo fue filmar esta historia de amor entre sables luminosos y extraños seres.
Silvia Maestrutti. San Francisco. Especial.

Natalie Portman Aunque desde que empezó la promoción de Episodio II: El ataque de los clones las tapas de la revistas se empeñan en mostrarla sofisticada y sexy, a Natalie Portman le gusta recibir al periodismo de sport, nada de maquillaje salvo un brillo en los labios, el pelo tirante en una cola y el lenguaje florido de una estudiante universitaria que está a un semestre de terminar sus estudios de Psicología en Harvard.

Portman, nacida en Israel hace 21 años y emigrada junto a sus padres a los Estados Unidos cuando tenía cuatro, no dice -como diría cualquier otra actriz de su edad- "a pesar de mis prejuicios, el protagonizar esta película me ha permitido llevar una vida tranquila" . Ella prefiere decir que, aunque temía lo contrario, protagonizar Star Wars no le ha impedido "disfrutar de una existencia pacífica" .

Natalie, que tenía apenas 14 años cuando George Lucas la contrató para la nueva trilogía después de verla en El perfecto asesino, reconoce que una de las cosas que más la atrae del famoso director es su habilidad para responder cualquier pregunta. "George es como una enciclopedia, con él podés discutir de arte, de política, de ciencia, siempre parece saberlo todo."

Con dos películas terminadas de esta nueva tríada que comenzó en 1999 y terminará en el 2005, la joven actriz ha tenido bastante tiempo para conversar con el director, especialmente en su sala favorita del rancho de Lucas, el Skywalker Ranch, ubicado a unos 20 kilometros de San Francisco. "La biblioteca" , como la llama informalmente Natalie, alberga miles de libros de variadas temáticas que suelen consultar los 250 empleados del rancho.

De allí se sale a un jardín de invierno donde los actores pueden practicar tai chi, kung fu u otro arte marcial que le ayude en su camino de Jedi. No es su caso, se queja. "No me han dado ningún arma ni he tenido que desarrollar ninguna habilidad física. En el primer episodio me tocó ser reina y apenas podía moverme con esos peinados tan elaborados y ahora, que soy senadora y por fin tengo más acción luchando junto a Obi-Wan y y Anakin, tuve que conformarme con saltar y correr."

Amidala no sólo tine más acción, sino que rompe con el mandato de los Jedi: el no poder enamorarse. "Después de todo, no es ningún secreto que de la relación entre Amidala y Anakin van a nacer nada menos que Luke y Leia" , dice.

Sin embargo, Portman presupone que gracias a esta película habrá muchas jovencitas que no sólo querrán imitar su vestuario, ultramoderno y super sexy, sino también su actitud de liderazgo. "Después de haberme convertido en la reina Amidala me surgieron innumerables clubes de fans entre las chicas, que no están muy acostumbradas a ver mujeres líderes en la vida real y tampoco en la pantalla."

No es que crea que la quinta película de la saga tenga un gran valor educativo, aclara. "Es entretenimiento puro, y también es un ícono de la cultura pop de este país. Aunque invaden un poco tu vida privada, no alimento ese tipo de comunicación con mis fans. Tampoco leo lo que opinan de mi personaje. No me gusta verme a través de los ojos de otra gente. Eso es realmente peligroso."

Su voz es suave, se nota que las entrevistas la ponen nerviosa. Y cada tanto lanza una de esas risas que muestran sus dientes perfectos.

¿Cómo se comporta Lucas en el set?

Muy relajado, tiene la visión de lo que quiere y sabe cómo expresártelo. Es un desafío bien difícil para un director un filme como éste, donde una gran parte de lo que ocurre no está en el set. El tiene que saber cómo va a terminar todo y contárnoslo a nosotros, así sabemos cómo reaccionar ante una pantalla en blanco El tiene que guiarnos, darle suficiente alimento a nues tra imaginación, y lo hace muy bien.

Lucas dijo que actuaste muy naturalmente las escenas de amor con Hayden, que parecías nacida para el género romántico.

Sí, adoro las películas románticas. Y en El ataque... las escenas amorosas con Hayden fueron claves y así lo entendí. Porque era muy importante que la relación entre Padme Amidala y Anakin fuera creíble. Y la última vez que nuestros personajes se encontraron, en el Episodio I, él era un niño. Tuve que parecer creíble como mayor que él, porque si bien los dos tenemos 21 años, se supone que en la película yo tengo 24 y él 18. Creo que quedó bien, parezco más madura, muy mandona, con esos modos de reina que él tiene que obedecer, no le queda remedio. Aunque se lo ve sufriendo por eso, conteniendo la rabia que le da. Hayden tiene esa cara de bebé increíble y es tan buen mozo, muy alto, con un cuerpo perfecto, pero a la vez le creés la vulnerabilidad.

¿Se te hizo fácil trabajar con tantas pantallas azules, en el medio de la nada?

Es un gran desafío, porque no podés olvidarte de vos misma como en otras películas donde estás en una casa, gente que llamás papá o mamá y así podés creer que esa es tu realidad. Pero con Star Wars tenés que crear todo, requiere una imaginación fértil, te diría infantil. Y te permite formar parte del público, porque cuando ves el filme terminado no lo podés creer, es como ver fotos tuyas en lugares increíbles en los que nunca estuviste.

¿Se complica mucho combinar el trabajo con el estudio?

No, para nada. Estudio durante todo el año, vivo en el campus, primero compartía un dormitorio ahora tengo mi departamento, y trabajo los veranos. El verano anterior hice una obra de teatro en el Central Park junto a Meryl Streep, después vino Episodio II, y así. Es cuestión de organización. Y la dualidad no me impide tener buenas notas. Lo único que no tengo mucho es descanso, claro.

Natalie y Hayden

Por qué me eligió Lucas para el rol del joven Darth Vader? "No tengo ni idea. Probablemente porque era un desconocido" responde Hayden Christensen, el veinteañero canadiense que dejó de ser precisamente un perfecto desconocido en el mismo momento en que se puso la capa del jedi más famoso del mundo. "¿Por qué elegí a Hayden? Me gustó su actitud y también su vulnerabilidad" , había aclarado ante el director George Lucas.

Christensen, que en la película aparece maquillado para dar la apariencia de bronceado por los distintos soles de la galaxia, tiene la piel muy clara, es alto, delgado, rubio, con unos rasgos perfectos que se parecen en mucho a los del ídolo pop Justin Timberlake, de N'Sync. Pero Hayden también tiene "presencia" , como asegura el productor Rick McCallum, y una voz grave y calma con la que desalienta todo divismo. "Todavía me cuesta entender la posición en la que me pone calzar los zapatos de un icono como Vader. Hay cientos de fans de la serie que me piden autógrafos como si yo fuera de verdad una autoridad. Es increíble lo que provoca Star Wars, es tan cool. No me lo hubiera perdido por nada del mundo".

Para Lucas, el rol que le toca jugar a Hayden en el Episodio II: El ataque de los clones es clave. Entre las muchas historias que se suceden simultáneamente en el filme, hay dos que recaen sobre los hombros del canadiense. Por un lado, su Anakin Skywalker, diez años mayor que cuando la audiencia lo despidió en el Episodio I, va a enamorarse perdidamente de Padmé Amidala, que ya dejó de ser reina para convertirse en senadora de Naboo, y va a tratar de conquistarla a pesar de que a los caballeros jedis eso les esté prohibido. Pero también recae en el actor expresar, con sutileza, el nacimiento del rencor que convertirá al joven Jedi Anakin Skywalker en el maléfico Darth Vader.

Hayden Christensen"Antes de aceptar supe que este rol me iba a marcar para siempre -confiesa Christensen-, porque Darth Vader es el pináculo de la maldad de todo el universo. Al mismo tiempo quiero tomar decisiones que tengan a la gente tratando de adivinar cuál va a ser mi próximo paso, y a la vez quiero sorprenderme a mí mismo. Me gustaría poder mirar mis películas sin que la gente diga 'ese es el Darth Vader de Episodio II'. Obviamente es una trampa que no puedo controlar, pero voy a tratar de evitarla" , aclara el actor que fue nominado al Globo de Oro por su reciente trabajo en Life as a House, como hijo drogadicto de Kevin Kline

"Me gusta pensar en la actuación como algo artesanal, me gusta estar en el escenario. Disfruto ver películas independientes basadas casi principalmente en un personaje mucho más que la películas de acción de gran presupuesto" , aclara haciendo la gran Di Caprio. Se ríe con la comparación, pero insiste en que esa es su verdad y que sus futuros trabajos lo probarán. Sabe que su palabra todavía no alcanza, que aunque su cachet haya subido sideralmente, para la inmensa mayoría es todavía un desconocido.

En cuanto a los detalles que hacen al culto, Hayden Christensen asegura que no pudo elegir como los demás su espada luminosa, porque él ya tenía separada la que usó Vader en la primera trilogía. "Aunque seguro que hubiera elegido la misma" , bromea.

Cuenta que a pesar de todas las escenas románticas con Natalie Portman, fue con Ewan Mc Gregor (Obi-Wan Kenobi) con quien más se relacionó en el set. "Ewan es un maestro para mí -dice reproduciendo en la vida real la misma relación que en la ficción-. Me acerqué a él para pedirle consejos y terminó convirtiéndose en una amistad. Nos llevamos muy bien, le tengo mucho respeto, es un actor increíble y estoy ridículamente celoso de él. Tiene dos hijas hermosas, una mujer adorable, una gran carrera, una increíble perspectiva en esta industria, y ha tomado buenas decisiones. Creo que lo tiene todo" , resume con total admiración .

Definido el modelo a seguir, resta conocer su futuro en el último episodio, el sexto de la saga, a estrenarse en el 2005. "El tiempo que va a pasar entre un episodio y otro me va a venir bien, porque tengo que madurar como para interpretar a un Anakin Skywalker de 30 años. Y la pausa me va a ayudar también a ganar peso para llenar el traje de Vader e imponer esa intimidación física que tiene el personaje. George me dijo que existía una mínima posibilidad de que pueda lucir la máscara negra... Y eso, en verdad, me tiene muy ansioso."

Enviado por: Santiago F. Vidal
Fuente: SILVIA MAESTRUTTI. San Francisco. Especial.