miércoles, 12 de mayo de 2004
Primer revés de consideración al proyecto de McGregor de dar la vuelta al mundo a bordo de una moto y
junto a su amigo y compañero de profesión Charley Boorman.
Todo aconteció cuando ambos se disponían a cruzar alegremente subidos en sus poderosas y ruidosas BMW la frontera
de Ucrania; entonces fueron requeridos por los malhumorados, rudos y deslucidos guardias. Algo no debían
tener en regla porque se vieron obligados a quedarse en el frío lugar hasta nueva orden. Durante su
estancia, se habla de 4 horas, intentaron involucrarse en las costumbres ucranianas bailando sevillanas
y cantando saetas, pero sus esfuerzos no se vieron recompensados y los policías amenazaron con hacer el
típico pastel de carne británico.
Por suerte y fortuna apareció por allí un hombre de negocios muy popular en aquel país que reconoció
al protagonista de Trainspotting (de todos es conocida la fama de exhibicionista de Ewan en las películas
n las que interviene), liberándoles los fronterizos en breve.
McGregor y Boorman según cuenta la leyenda, le recompensaron con varias canciones al más puro estilo
boy scout (“Libertad, sin ira libertad”, “Libre” y “El Rock de la cárcel”).
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