Qué lejos queda el Kinépolis, maldita sea. ¿Por qué no han puesto ya metro hasta allí?

Como usuario del transporte público, conseguí mal que bien llegar al Kinépolis a tiempo bajo un sol abrasador, y al llegar prematuramente no había abierto nada, ergo no pude tomarme un trago de líquido. Pero lo que tiene la organización es que, como es natural, tiene que llegar antes que el público.

Por una vez, yo era la organización.

El inicio de las actividades se retrasó de las once, como estaba previsto, hasta las once y media. El único propósito de esta leve demora fue asegurar que todo estuviese a punto, en particular y especialmente el proyector desde donde ofreceríamos a los asistentes una serie de grabaciones en DVD. En esta labor destaco los grandes esfuerzos de Alakrán y Al Noah. Además, dado que era temprano (para ser un sábado), así dimos oportunidad de llegar a los rezagados.

Fui yo, Skippy Farlstendoiro, el elegido como presentador y showman en general. Con mi inseparable máscara de calamariano, unos guantes de "alienígena" y mi recién adquirida toga, me dispuse a improvisar lo mejor que era capaz. La máscara tuvo que acabar sobre la mesa, o el micrófono no me captaría.

Nadie es el juez óptimo de sus propias acciones. Sólo puedo decir que intenté hacerlo lo mejor que pude, y empecé por presentar las proyecciones. Algunas, la mayoría, eran fan films americanos, como la popular animación "Star Dudes" de Rich Cando, o el reciente exitazo "Revelations" de Shane Felux. Evidentemente, estaban en inglés, al igual que el vídeo musical "The Saga Begins", de Weird Al Jankowicz, pero eso no impidió al público prestar toda la atención y disfrutar al máximo; era imposible no oír risas con algunas escenas (y, en el caso del vídeo, no faltó quien tarareaba el estribillo).

Dos fan films españoles (y en español) facilitaron las cosas a los menos políglotas (que eran a menudo los más pequeños). El primero fue "Crónicas de la Vieja República", una adaptación en imagen real de una de las historias del cómic Relatos de los Jedi. Nomi Sunrider y el Maestro Thon tomaron vida ante mis sorprendidos ojos.

El otro fanfilm fue Sithspotting, dirigido por Jesús Marugán de Akira Cómics, y con la colaboración de Los Lores del Sith. Se trataba de un corto humorístico en que la relación de Anakin Skywalker y su maestro Obi-Wan Kenobi era tratada a ritmo del popular film Trainspotting. Dos años de dura postproducción fueron necesarios para terminar esta pequeña obra de arte.

Jee-Wan moderó un breve debate sobre el Episodio Tres, con sus pros y contras. Además del propio Jee-Wan, participaron en este amistosa trifulca los directores de los dos fanfilms españoles antes mencionados y, en un movimiento sorpresa de Jee-Wan que me honró, yo mismo, presentado como "máximo representante del fandom" o algo parecido. Por supuesto, me bastó abrir la boca para meter la pata y soltar detalles sobre Episodio Tres ante personas que no lo habían visto.

También tuve el privilegio de presentar el supuesto Trivial de Star Wars, patrocinado por Los Lores del Sith. Repartiría quince premios ofrecidos por diversos particulares, algunos de extraordinario valor coleccionista. ¿Y quién se llevaría tales obsequios? En esta ocasión, ¡no fue Jabba el Hutt! ¡El público mismo! Aquél que se supiese la respuesta a una de las difíciles preguntas, debería levantar la mano y podría llevarse un magnífico muñeco de no sé cuántas pulgadas (esa información la proporcionaba el siempre presente Marugán) o un raro tebeo cuya reedición se iba a hacer de rogar, entre los premios más codiciados.

Las preguntas del Trivial estaban extraídas La Universidad de Alderaan una importante sección de SithNet, por lo cual los componentes del equipo creativo de SithNet no podrían jugar (Alakrán gesticuló fingiendo su consternación ante esta norma). Además, los premios estarían reducidos a uno por persona. Un grupo de Fuerza Rebelde Madrid demostró su conocimiento del Universo Star Wars llevándose una buena parte de los premios.

Respecto al trivial, admito que estuve a la altura de mi reputación oscurantista e hice preguntas que luego tuvieron que ser sustituidas por otras más fáciles; de lo contrario, habría declarado desiertos algunos premios.

LOS GANADORES DEL TRIVIAL STAR WARS

Mientras tanto, en el exterior de la sala dieciocho que ocupábamos, tenía lugar una demostración del juego de miniaturas de Star Wars, según me dijeron con interesantes premios. Aproveché la ocasión para intentar fortalecer los vínculos entre Los Lores del Sith y otras asociaciones de fans.

Asimismo, Telemadrid se paseó por allí para filmar un poco todo lo que sucedía: El espectáculo dentro de la sala, y las miniaturas en el exterior. Ignoro qué hizo Telemadrid, el problema de los directos es que cuando salgo yo, no los puedo ver.

Tras esto, llegó la hora de comer, y el show tocó a su fin. Nos separamos, algunos de nosotros en pedazos pequeñitos, y nos volvimos cada uno a su punto de destino. Recibí entonces una llamada telefónica de un alto cargo de SithNet que me instaba a escribir una pequeña crónica sobre lo sucedido. Habría caído antes, pero me ha sido imposible terminarla hasta ahora.

Así pues, y en general, creo que los Lores del Sith se han ganado una buena nota organizando todo este cotarro, y espero haberme ganado personalmente un sufi, quizá un sufi alto. Quiero decir, con mi improvisación de showman, porque como cronista soy consciente de que no valgo dos wupiupi.

Hasta pronto y que la Fuerza etcétera etcétera.

Crónica realizada por Skippy Farlstendoiro.

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