Folor. Wedge Antilles, el corelliano que muestra en el fuselaje de su ala-X la silueta de dos Estrellas de la Muerte, tiene ante sí la terrible prueba de buscar, entre los mejores pilotos de la galaxia, a los componentes del Escuadrón Rebelde, la legendaria fuerza de combate más mortífera y famosa de toda la Alianza Rebelde. Muchos son los aspirantes, y sólo doce los elegidos. Corran Horn, ex-agente de la Fuerza de Seguridad Corelliana, está pasando en esos momentos la prueba del simulador de vuelo, en el escenario del Redención. Le acompañan otros pilotos, pero él demuestra una forma de volar tan arriesgada como intrépida, por lo que consigue la mejor puntuación. En el combate, consigue pulverizar a un piloto de caza TIE, que le da la enhorabuena cuando termina la sesión. Corran no lo conoce, el piloto lleva un mono oscuro sin ningún emblema, pero en su brazo destacan las tiras de batalla de Hoth, Endor y Bakura. Su nombre: Tycho Celchu. Tanto Corran como los pilotos de su grupo, Nawara Ven (twi'lek de Ryloth), Rhysati Ynr (humana de Bespin) y Ooryl Qrygg (gandiano de Gand) especulan sobre la procedencia del espigado desconocido, pero no consiguen averiguar nada.
Entretanto, Wedge Antilles ya ha decidido quien formará parte de su Escuadrón Rebelde, pero sus ideas chocarán con las opiniones del general Salm. Este, que es el instructor de los escuadrones de alas-Y, se muestra muy afectado cuando el corelliano se decanta por Gavin Darklighter, un joven de 16 años de Tatooine, primo de Biggs Darklighter, y sobre todo, por la elección de Tycho Celchu como Oficial Ejecutivo. Sobre la cabeza del alderaaniano planea la desconfianza de su dedicación a la Alianza, y se ha ofrecido a ser vigilado día y noche y a no tener ni armas ni intimidad, para demostrar su lealtad. A regañadientes, Ackbar accede a la petición, aunque con sus propias condiciones...
El Imperio, después de la muerte del Emperador, no ha desaparecido. Aunque está fragmentado en varias facciones, en Coruscant una mujer, Ysanne Isard, directora de Inteligencia, llamada Corazón de Hielo, ha conseguido mantener bajo su control el centro galáctico. Ha llamado a su presencia a Kirtan Loor, un jurado enemigo de Corran Horn, y con el hombre de memoria prodigiosa a sus órdenes, espera aplastar al Escuadrón Rebelde, y con él, a la Rebelión. Kirtan y Corran se conocen desde que éste perdió a su padre a manos del asesino tradoshando Bossk, donde el alienígena se libró de su castigo gracias a la intervención del hombre que es el vivo retrato de Tarkin. Kirtan ha perseguido al comando formado por Horn, Gil Bastra, Iella Wessiri y su marido durante años, y al presentarse ante la directora Isard se encuentra con que ella le ofrece la posibilidad de saldar esa deuda a su favor.
El Escuadrón Rebelde se reúne en la sala de descanso para comentar las actuaciones de los pilotos en el simulador, y Wedge se presenta para darles la enhorabuena. La parte más delicada es conseguir que se conviertan en un equipo y no en un grupo de ases, y la competición que Bror Jace, un humano de Thyferra y Horn han comenzado, anima a que los pilotos se esfuercen y se superen a sí mismos. Wedge sabe que tarde o temprano un piloto necesitará que otro se juegue la vida por él, y debe convertir al grupo en una unidad, aunque sea a base de bajarle los humos a los pilotos en los simuladores. En la dotación del escuadrón se ha incluido a un robot llamado Emetrés, que se encargará de las peticiones y del papeleo que genere el grupo. Del estilo de Cetrespeó, Wedge se exaspera cuando tiene que discutir con él...
El Escuadrón Rebelde fija su base en Talasea. El planeta había sido una colonia granjera que en la actualidad estaba abandonada. Pero en el viaje, los cazas son expulsados del hiperespacio por un crucero Interdictor, llamado Aspid Negro. El interdictor imperial luchaba contra un yate modificado de la clase Baudo. Los Rebeldes ayudan al yate en la refriega, pero el caza de Corran resulta tocado, y el contrabandista lleva al ala-X hasta su destino sujeto con una abrazadera. Corran se queda de piedra al ver al piloto del yate: es la hija del contrabandista Booster Terrik, que él mismo persiguió durante años. Mirax, una mujer tan audaz como hermosa, le planta cara y las chispas no tardan en salir. Wedge sonríe al ver la escena, y saluda a su amiga de la infancia. Sabe que los polos opuestos tienden a la atracción, y Mirax y Corran son como el norte y el sur...
Kirtan Loor tiene indicios de que la fuerza que se enfrentó al Aspid Negro es el Escuadrón Rebelde, y que éstos se encuentran en Talasea. Pero el almirante Devlia se le adelanta y ordena a un par de pelotones de las tropas de asalto que aniquilen al grupo rebelde. Como consecuencia, algunos heridos, la fuerza de asalto imperial aniquilada y sólo un rebelde muerto: Lujayne Forge, la piloto humana de Kessel. Wedge desea cobrarse venganza, y el Consejo Provisional le ordena atacar Vladet. La información sobre Vladet le muestra un planeta con poco movimiento de naves, y con un escudo de iones probablemente operativo. La misión: destrozar las defensas. Pero allí se encuentran con una oposición formidable, y en la huida, una fragata les impide el salto. Es el momento de seguir las órdenes o de salvar a los amigos...
Corran Horn se enfrenta a un consejo de guerra. En la operación de Vladet violó sus órdenes para evitar la destrucción del escuadrón de alas-Y, y ahora se encuentra aislado en su habitación. Erisi Dlarit, la thyferrana, ha tratado de animarle, pero solamente cuando llega Mirax Terrik y le ofrece un ryshcate, pastelillo corelliano, el piloto consigue sonreir. Ambos saben que hay un topo en el Escuadrón. Terrik ha sufrido una emboscada, y el grupo de cazas, dos.
El Consejo Provisional ordena al escuadrón la toma del planeta Borleias. Allí, el general Derricote ha montado en el planeta una instalación hidropónica de Biótica de Alderaan, planta de productos alderaanianos, y es su feudo particular. Loor lo ha descubierto, y está presente en el momento en que el Escuadrón Rebelde sobrevuela el planeta. Con gran sorpresa, el agente de inteligencia observa como el grupo de cazas recibe un severo castigo, dos pilotos fallecen y otros tres acaban flotando por el espacio. Tycho arriesga su propia vida, acercándose a los heridos con una lanzadera sin armamento, cubierto por Horn, que se ha salvado del consejo de guerra. Pero la operación ha resultado un gran fracaso.
En Novquizor, la base actual, los rebeldes comprueban una y otra vez los posibles agujeros de información, pero no encuentran quien puede ser el topo. Aunque Emetrés lleva cierto tiempo actuando de una manera extraña, nadie parece tenerlo en cuenta, y es Celchu quien se lleva todas las miradas. Wedge decide volver a Borleias y destrozar el sistema de defensa, pero solo cuenta con cinco pilotos y él mismo. El teniente Page será el mando de los escuadrones de tierra, que acabarán con la resistencia terrestre. Los pilotos desconocen el destino, y Corran se ofrece como hombre de ala de Wedge Antilles. Disponen de muy poco tiempo para completar su misión, y un fallo significa la muerte. Momentos después de haber despegado, Mirax Terrik, al revisar los pedidos pendientes en su nave, la Pulsar Skate, con Emetrés de interlocutor, descubre que el Escuadrón Rebelde va derecho a una trampa. Se pone en comunicación con Tycho Celchu y trata de convencerlo de que, o informan a Wedge y a sus pilotos de lo que han descubierto, o morirán. Pero ¿llegará a tiempo para avisarles?.
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