" Demos la espalda a esa visión. El espíritu de Cerea no puede
ser comprado con juguetes y baratijas " ( Ki-Adi-Mundi )
PRELUDIO A LA REBELIÓN
La historia comienza en Cerea, mundo natal del maestro Jedi Ki-Adi-Mundi, donde asistimos a un choque generacional que divide, y enfrenta, a jóvenes y adultos. Los primeros desean que su mundo siga siendo un remanso de paz perfectamente integrado con la naturaleza y para ello impiden la importación y uso de tecnología avanzada. Los segundos, dirigidos por un retorcido sujeto llamado Bron, han creado un movimiento contestario llamado Pro-Tec y dejan sus obligaciones diarias (la mayoría son estudiantes) para organizar arengas públicas y comprar tecnología en el mercado negro (básicamente motos jet).
Sylvn, hija del maestro Ki-Adi y de una de su esposas de honor [*], pertenece al citado movimiento y cuando el Jedi acude a una de las reuniones para convencerla de lo errático de su postura se ve inmerso en una trifulca durante la cual Maj, el novio de Sylvn, le arrebata el sable láser. En joven activa el sable de modo accidental y mata a otros de los asistentes, hecho que es aprovechado por Born para culpar a Ki-Adi.
[*] Cerea tiene un gravísimo desequilibrio poblacional que hace que la proporción varones/hembras sea 1/20 de modo que la poligamia no solo esta permitida sino que se considera un deber. A la primera de todas las esposas se la considera la principal y las restantes se las denomina esposas de honor.
El consejo de ancianos confisca el sable de luz de Ki-Adi y ordena su encarcelación pero esta queda anulada cuando aparece un holograbación de la pelea que prueba su inocencia e inculpa a la "banda" de su hija.
Asustados por el más que probable castigo Maj, Slyvn y el resto de jóvenes escapan y encuentran cobijo en una de las guaridas de Ephan Mon, un astuto traficante de tecnología y Guilea, una cotizada sustancia euforizante.
Ki-Adi acude a todas sus fuentes en busca de información y descubre el escondrijo de los jóvenes pero cuando llega lo único que encuentra es un Droide Mercenario que intenta matarlo. Ki-Adi está indefenso sin su sable pero en el último momento aparece un joven enviado del consejo que le devuelve su sable dándole con ello la victoria.
Ephan Mon y los jóvenes proscritos han huido en un gran carguero estelar que lleva 2.000 Crisálidas
Divik hacia Tatooine pero el infortunio parece seguir al grupo y las inestables crisálidas maduran antes de tiempo y atacan la nave varándola en la órbita del desértico planeta.
El grupo consigue encerrarse en la cápsula de escape pero no pueden abandonar el carguero sin abrir una de las compuertas y, como no, la palanca que hay que accionar está en un compartimento lleno de peligrosos Diviks. Ephan Mon intenta que los jóvenes se sacrifiquen para accionar el dispositivo y cuando Maj se niega lo mata. Todo parece perdido hasta que aparece Ki-Adi y consigue accionar el mecanismo de amarre permitiendo que la cápsula sea lanzada haca el desértico planeta. Ha conseguido salvar al grupo pero también les ha permitido que vuelvan a escapar.
Ki-Adi sobrevuela la superficie de Tatooine y localiza la cápsula aunque no a sus ocupantes. Ephan Mon trabajaba para Jabba y ha decidido entregar a sus compañeros de viaje para que el Hutt se divierta con ellos y olvide que ha perdido la Guilea que le prometio.
El astuto Jedi sabe que ha de ser muy cauto con Jabba así que urde un plan para engañarle y no solo consigue salvar a su hija sino que también obtiene pruebas irrefutables (grabaciones de datos) sobre las actividades del Hutt y de la Federación de Comercio.
Ki-Adi y su familia están de nuevo juntos y el consejo Jedi, complacido con su trabajo, ha decidido someterlo a las pruebas necesarias para convertirlo en uno de sus nuevos miembros. Se aproximan malos tiempos y toda ayuda es poca...
STAR WARS: JUSTICIA
La paz de Cerea se ve interrumpida por la inusual llegada de una nave. Su piloto, una enigmática Jedi a la que llaman "Dama Oscura", ha recorrido una gran distancia en busca de Ki-Adi-Mundi, un niño de apenas ocho años del que se dice que posee grandes poderes.
Un solo vistazo es suficiente para la experimentada Jedi, la Fuerza es poderosa en el muchacho y debe llevárselo cuanto antes para comenzar su entrenamiento.
La familia se opone y la Dama Oscura intenta convencerles sin éxito cuando de repente un bandido llamado Bin-Garda-Zon ataca la aldea. Los intrusos no son rival para la Jedi pero esta, a petición de los aldeanos, no interviene y deja que los bandidos tomen lo que desean... podría protegerlos por esta vez pero cuando se fuese los bandidos regresarían en busca de venganza.
El ataque de Bin-Garda-Zon abre los ojos del padre de Ki-Adi...debe dejar que su hijo se marche para que un día pueda regresar convertido en un poderoso Jedi capaz de proteger Cerea.
Ki-Adi está muy alterado por el ataque y deja su planeta sumido en un mar de lágrimas y jurando que un día hará justicia con Bin-Garda-Zon...asi será aunque el destino tiene otros planes para ambos.
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