"Nunca fui parte de Hollywood. Yo hago mis películas en San Francisco" (George Lucas)

Llegamos al Episodio VI de este trabajo. El Episodio donde todo finaliza, donde plasmar las conclusiones. Siendo sinceros plasmar las conclusiones de un trabajo como este es difícil, ya que el trabajo en sí es una continua diatriba de conclusiones.

Desde la presentación hasta estas mismas líneas, son una demostración continua del peso del imperio Lucas en el desarrollo de cine en las últimas décadas. Tanto en la forma de entender el cine como en la forma de realizarlo. Lucas y sus empresas han sido pioneros en nuevas técnicas de producción, de filmación y de postproducción, sin entrar ya en la forma de entender el cine y en toda la industria que hoy en día rodea una película.

Lucas y su obra principal, "Star Wars", rescataron el cine de los abismos en los que se hallaba inmerso para revivirlo. En una época donde los estudios estaban en continua crisis, y continuaban gobernados por los mismos mandamases que los habían hundido, Lucas, junto con la nueva generación de cineastas que encabezaba junto a Steven Spielberg y Martin Scorsese, demostró que el cine podía recuperar su grandeza, su propio mito.

Pero ante todo, George Lucas fue siempre un tecnócrata, no por deseo propio, si no por convencimiento. Las dificultades técnicas que encontró para desarrollar su epopeya galáctica le llevaron a la conclusión de que había que revolucionar el cine, un cine que continuaba con técnica y forma de trabajado de principios de siglo.

Dejo de lado su espíritu de historiador, de artista de la imagen, para adentrarse en el mundo de la tecnología que en aquel momento era incipiente, la tecnología informática y digital. Con la independencia que siempre quiso, y creando a su alrededor una estructura tan bien organizada como visionaria, se lanzó durante los años 80 a la búsqueda de soluciones innovadoras para los problemas que conocía ya de sobra.

Sistemas de edición, de sonido, de efectos visuales, de animación, de creación digital a través de ordenadores todos los avances tecnológicos de las épocas eran abordados, tratados y planteados en el imperio Lucas, y muchas veces se lograban resultados tan innovadores como ilusionantes. La nueva trilogía de"Star Wars" que creó, fue el culmen a su esfuerzo. Por fin vio en pantalla aquello que soñó, aquello por lo que luchó, aquello que tantas horas de sueño le había quitado. Pero, como todo visionario, lo conseguido nunca es suficiente.

Tras conseguir llevar el cine a su status, a la era digital, ahora viene la revolución de las formas de proyección, el 3D. Lucas vuelve a ponerse en vanguardia, y además de colaborar en los proyectos más punteros como "Avatar", está trabajando en sus propias ideas.

Pero George Lucas puede descansar más tranquilo hoy en día. Ya no es el único que se lanza a abrir nuevas vías, como le ocurrió en los 70 y 80. Su labor ha creado toda una generación convencida de las bonanzas que aporta la tecnología al cine y ese es sin duda su mayor legado.

El legado de un cambio de opinión, de un cambio de actitud frente a eso, los cambios. George Lucas comprendió que los cambios eran imprescindibles para la evolución del cine, y su ardua labor a los largos de varias décadas ha dado como resultado mayor, el convencimiento actual de que el cine tiene que evolucionar para no morir.

Nos puede gustar más o menos. Podemos creer que Lucas ha destrozado la esencia del cine o podemos creer que ha llevado el cine a un nuevo nivel. Podemos aclamarle o repudiarlo, pero lo que no podemos negar es que ha dejado huella. El cine tiene un antes y un después de la aparición de un joven barbudo de Modesto, California.

[ Volver al menú ]

© S I T H N E T

Trabajo realizado por Shuse Lindux. Maquetación y fotos del Coronel Kurtz
Prohibida la reproducción total o parcial sin el consentimiento de los autores

Para cualquier duda, sugerencia o colaboración
contacta con nosotros usando el e-maul ;-)