TÚNEZ UN HOLLYWOOD DE ARENA

Reportaje publicado en el Magazine del diario El Mundo
Escrito por Javier Espinosa / Fotografías de Chema Conesa / Agradecimiento especial a Marshall
Prohibida la reproducción total o parcial sin el consentimiento de los autores.

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TÚNEZ UN HOLLYWOOD DE ARENA

 

El desierto tunecino ha sido testigo durante los últimos 30 años de casi un centenar de producciones extranjeras. Desde las recreaciones bíblicas de "El Mesías" de Rosellini o "La vida de Brian" de Monty Python, pasando por "En busca del arca perdida", hasta la reina de los efectos especiales "La amenaza fantasma" de George Lucas, quien en estos días localiza en este país nuevos escenarios para su próxima batalla intergaláctica.

Omar Ben Alí ha aprovechado los restos del garaje galáctico donde vivia cautivo Anakin Skywalker para instalar un singular tenderete: una decena de rosas del desierto (extrañas esculturas de arena solidificada) y otras formas cristalizadas se alinean sobre el mostrador. El beduino de Nefta (ciudad situada a 15 kilómetros de este lugar), su hijo y un simpático camello son ahora los únicos habitantes del pueblo de cartón que se erige de manera fantasmagórica entre las dunas del desierto tunecino. Una localización espectral donde se hacinan decenas de cuevas blancas con ribetes futuristas. "Bienvenidos a Mos Espa", afirma el guía Habiba Chaouti, refiriéndose a la villa del planeta Tatooine que se inventó el realizador George Lucas.

En "La amenaza fantasma" este escenario se convierte en habitáculo de una rocambolesca fauna, donde desfilan desde mamuts combinados con elefantes hasta abejorros con cabeza de lagarto. "Aquello parecía un circo, y para colmo a 50 grados de temperatura. Los extras tenían que trabajar ocultando su rostro con unas terribles máscaras. Uno llegó a quitarse la careta, la tiró al suelo y se fue gritando: ¡Se acabó, vamos a morir asfixiados!", explica Omar. Ben Alí trabajó como guardián de la escenografía de "La amenaza" durante los 28 días que Lucas rodó en este emplazamiento. "El decorado permanece aquí como una suerte de reliquia", añade el tunecino.

Los remanentes de Mos Espa forman parte de lo que algunos medios de comunicación locales denominan ya como ruta cinematográfica de Túnez, un país que, como dice el decorador Taïeb Jallouili, "se ha convertido en las últimas tres décadas en una especie de Hollywood de arena".

La afirmación del tunecino no parece pretenciosa. Con la filmación en el sur del país magrebí de "La amenaza fantasma" (1999) son casi un centenar las producciones extranjeras que se han grabado en estos espectaculares parajes naturales; títulos tan celebrados como el primer y tercer capítulo de la trilogía de Lucas: La guerra de las galaxias (1977) y El retorno del Jedi (1983), En busca del arca perdida (1981), o El paciente inglés (1996).

El tunecino Jallouilli es un veterano de muchas de estas producciones. Trabajó con Steven Spielberg mientras rodaba "En busca del arca perdida", y allí conoció a George Lucas. "Justo cunado estábamos rodando "El paciente Inglés", George envió a su equipo de producción a examinar posibles escenarios para "La amenaza fantasma" y se quedaron maravillados con las dunas, el entorno y la luz. Poca gente sabe que las dos películas se grabaron en el mismo lugar", precisa Jallouili, quien también fue el director artístico de la última cinta de Lucas.

Habiba Chaouti detiene el jeep frente al estremecedor paisaje de Chott el Gharsa: un enorme lago de agua salada en medio del desierto. Una manada de camellos pasta libremente por los alrededores. De un montículo contiguo sobresale una caprichosa forma de piedra que se asemeja curiosamente al cuello de uno de estos animales. "Yo le mostré este lugar a Anthony Minghella (El director de "El paciente Inglés") y lo bauticé como Oung Jmel (expresión árabe que se traduce como Cuello de Camello)",aclara el conductor.

Chott el Gharsa

Minghella había recorrido con anterioridad Marruecos y Egipto buscando localizaciones para la película, pero como dice Chaouti "se quedo prendado del Chott". El equipo de "El paciente Inglés llegaba a Túnez el 13 de noviembre de 1995, y allí permanecieron durante las nueve semanas que duró el rodaje.

Oung Jmel fue el entorno elegido para las escenas del campamento de cartógrafos en el que se enamoraron el aristócrata Almasy (Ralph Fiennes) y la atractiva Katharine Clifton (Kristin Scott Thomas).

"La arena del desierto de Marruecos es de un color rojizo que recuerda al de la tierra de EEUU. "El Sahara tunecino es perfecto, como el de Lawrence de Arabia". declaró el propio Minghella.

El Hallazgo de Chaouti tendría su recompensa: el director le ofreció un pequeño papel en la película. Chaouti fue el asistente de Almasy y el imán que dirigió la plegaria en el curso de una de las expediciones del equipo de aventureros.

El simpático chófer todavía muestra con orgullo la copia dle contrato y hasta las fotografías que sacó ataviado con un turbante u una vieja gabardina.

Oung Jmel
Oung Jmel

"¡Alá Uakbar! (Dios es grande)", exclama mientras levanta las manos cerca de la cabeza como si repitiera la escena del rezo. "Justo aquí, en este desfiladero (del cercano desierto de Degache) se grabó la oración, el descubrimiento de la cueva llena de pinturas rupestres y la muerte de Katharine Clifton", explica. Entre las rocas todavía se se aprecian los últimos restos de la argamasa que utilizaron para construir la cavidad.

Shubiel

El trayecto por los paisajes cinematográficos de Túnez está trufado de vestigios de estas filmaciones.

Oasis de Touzeur

La ruta parte de Touzeur-un desmesurado vergel que cubre 1000 hectáreas y y dispone de medio millón de palmeras- en tres direcciones: al oeste se enuentra Oung Jmel y la localidad de Nefta; al norte los llamados osasis de montaña de Chebika, Tamerza y Mides; y finalmente,al este, el periplo más visitado por los devotos de "La guerra de las galaxias", con enclaves como Matmata, Medenine o Ksar Hadada.

Los poblados de Nefta, Chebika, Tamerza o Mides parecen anclados en la historia. Callejones estrechos, viviendas construidas de barro, inmensos palmerales....En una de las cassas de Chebika, una antiguo puesto de observación romano, permanecen los ornamentos de arcilla que se construyeron durante el rodaje de "María", una serie televisiva (aún sin estrenar) protagonizada por la española Angela Molina, que se grabó en estas tierras el pasado mes de junio.

Mides

Nefta

Estas localidades, junto a las de Sousse, Monastir y Gafsa, situadas más al norte, se han erigido como lugar predilecto de las películas de inspiración bíblica desde que Roberto Rosellinni recuperara esta tradición con "Las escrituras de los Apóstoles" (1969) y "El Mesías" (1979), a la par que Franco Zefirelli y su "Jesús de Nazareth" (1977). Incluso los irreverentes Monty Python optaron por dicha escenografía para "La vida de Brian" (1979).

"Estas poblaciones disponen de una configuración urbana especialmente antigua e importantes remanentes arqueológicos de origen romano. REsulta fácil comprender porqué eran ideales para la aproximación realista de Rosellini o Zefirelli", dice Kamel Ben Ouenes, autor de "Túnez, treinta años de cine".

EL viaje continúa por la carretera que cruza el vasto Chott El Jerid (5.000 kilómetros cuadrados), un mar interior que marcaba en tiempos Roma, los límites del imperio mediterráneo. "El reflejo de la sal y el calor provocan múltiples espejismos", advierte Chaouti.

Chott El Jerid

En el exquisito areanl de Douze, a orillas de la laguna, se alza un aparatoso castillo que sirvió de tramoya al filme italiano "El cielo bajo el desierto" de Alberto Negrín (1998). Aquí también se filmó "Desierto de Fuego" cno Claudia Cardinale, Vittorio Gassman y Anthony Delon.

Douze es la puerta del Gran Erg, un desierto majestuoso que continúa hacia Libya (territorio de nómadas y beduinos). El este, hacia Matmata, está habitado principalmente por población beréber.

El hotel Sidi Driss ha rebautizado su pequeño bar con el nombre de "Cantina de Mos Eisley", en recuerdo del bodegón interplanetario donde Lucas ambientó una de las escenas más memorables de La guerra de las galaxias". "Ésta es la auténtica; la de la película era una imitación", precisa Tuhami, el propietario del singular hospedaje troglodita de Matmata.

Matmata

Aquí precisamente, en este peculiar albergue hundido en la tierra, característica común de las antiguas residencias beréberes del área, se rodó en 1976 la primera entrega de "La guerra de las galaxias".

Cualquier fanático de la saga podría identificar sin problemas las profusas referencias tunecinas que incorporó el director nteamericano a su trabajo. El mismo planeta donde reside Skywalker, no es otro que Tatooine, nombre casi calcado del verdadero Tataouine, una localidad sita a 100 kilómetros de Matmata.

También en el Tatooine cinematográfico se vivía bajo la tierra, o en extrañas aglomeraciones de cuevas superpuestas que coinciden con los Ksar de esta zona, unos antiquísimos graneros utilizados por beréberes y árabes.

Ksar Hadada

La pena es que no encontramos ningún alienígena tocando el saxo. El Universo ya no es lo que solía ser", ironiza Brian Logan, uno de los seguidores de Lucas que viajaron hasta Matmata para recorrer los escenarios de la película.

Mapa

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