Quizá George Lucas debió salir más a menudo. Durante los pasados tres años, mientras él gobernaba su imperio multimedia desde su reducto palacial del Rancho Skywalker en el condado de Marin, California, Lucas ha vivido en el adorable sueño de que su película de 1999, S.W Episodio I: La Amenaza Fantasma, había sido amada universalmente. Aunque, últimamente, inquisitivos periodistas lo han despertado abruptamente. "Ahora, estoy aprendiendo de la prensa" dice él. "Ellos vienen y dicen guau. La gente odió su película. ¿Qué piensa usted acerca de eso?"

Eso es lo que pasa cuando el Mago de Oz da entrevistas. Pero la primera película de Star Wars de Lucas en 16 años fue la víctima de su propia gigantesca fama, alimentada por muchísimas portada, incluyendo una del Time, antes de que alguien hubiera visto el trabajo terminado, y por la memoria colectiva de la audiencia de todo el mundo de la película Star Wars (1977) y sus secuelas, El Imperio Contraataca (1980) y El Retorno del Jedi (1983). Si "La Odisea" hubiera disfrutado o sufrido de tanta fiebre anticipativa como lo hizo La Amenaza Fantasma, los antiguos griegos seguramente habrían murmurado, "Homero ha fracasado". Y el poeta agotado se habría defendido a sí mismo, como Lucas lo hace hoy en día.

Probablemente piensa en su desventaja para justificar una película que ganó 431 millones de dólares en la taquilla norteamericana, solamente detrás de Titanic, la original Star Wars y de ET. El Extraterrestre como las mayores recaudadoras de todos los tiempos. Pero el escritor-productor-director-mente-maestra, que en su tiempo libre maneja un conglomerado de cine que incluye el equipo de producción de Lucasfilm, la casa de efectos visuales Industrial Light and Magic y Skywalker Sound - dice que él siempre ha sido consciente de al menos un riesgo de La Amenaza...: que Anakin Skywalker, el caballero Jedi en entrenamiento que evolucionaría en el siniestro Darth Vader, era un niño. "Yo dije, Ellos van a odiarlo. Se van enfadar de que tenga un niño de nueve años como al héroe. Pero ¿que puedo hacer? Esa es la historia. No puedo hacerlo de 15. La historia entera es acerca ¿de dónde vino, y quién es él?. Tenía que empezar por el principio".

Ahora, con el Episodio II de Star Wars, El Ataque de los Clones que se estrena el 16 de mayo, la fábula de Anakin llega a su parte media, la historia real. El pasado fue un prólogo, un comienzo modesto, como "El Hobbit" de Tolkien en su saga épica "El Señor de los Anillos." En los clones, Anakin (el actor canadiense Hayden Christensen) tiene 20 años, un hombre joven de habilidades superiores y aún más altas ambiciones, conduciéndose bajo el severo tutelaje de su mentor, Obi-Wan Kenobi (Ewan McGregor), y atreviéndose a arriesgar su status en la Orden Jedi, la cual prohíbe los lazos románticos, dejándose llevar por una imprudente pasión por la Senadora Padmé Amidala (Natalie Portman). Ellos se mueven cerca del escurridizo, posiblemente insidioso, Senador Palpatine (Ian McDiarmid) y combaten al Jedi rebelde Dooku (Christopher Lee) y a sus androides con un ejército clonado de un caza recompensas, Jango Fett (el actor maori Temuera Morrison).

Lucas, que cumplirá 58 años dos días antes del estreno de la película, está preocupado; él estuvo preocupado de que La Amenaza Fantasma se hundiera en la taquilla. "Solamente hay una cosa para un cineasta", dijo él. "¿Podrá este trabajo recuperar el dinero para que pueda hacer la siguiente película? Con La Amenaza Fantasma, nosotros no lo sabíamos. No tenía a Harrison Ford, Mark Hamill, Carrie Fisher. No era un golpe seguro." Bien, quizá, pero aún así, la nueva película se parece a Shaquille O'Neal parado a tres pies de la canasta. Aunque se enfrenta a la competencia de "Spiderman", dos semanas antes, y en las semanas siguientes a: "Hombres de Negro II", Austin Powers en "Goldmember" y "Minory Report" de Steven Spielberg con Tom Cruise, El Ataque de los Clones es la apuesta más segura del verano. Tan sólo en términos de arrastre masivo, la película extiende el objetivo de la audiencia desde los muchachos de 12 años (película de acción) a las muchachas quinceañeras (escenas románticas). Si funciona, Lucas tiene los mercados de Star Wars y Titanic en un solo paquete.

Después de haber visto un corte del trabajo y de haber leído el guión, podemos decir que El Ataque de los Clones, parece ser el contrapeso para poner a la serie en la senda, y proporcionar dos horas de regocijante diversión seria. Desde emociones impactantes (cuando dos criaturas llamadas kouhuns se arrastran hacia la cama en donde duerme Padme) hasta emociones excitantes (cuando Anakin y Obi-Wan rastrean y persiguen a la desafiante Zam Wessel a través del paisaje urbano nocturno maravillosamente variado de la capital Coruscant).

El Ataque de los Clones está poblado con cientos de criaturas generadas por computadora, desde nuevas estrellas digitales como el chef de cuatro brazos Dexter Jettster a familiares como Yoda, Watto el chatarrero, y esa odiosa criatura, Jar Jar Binks, alrededor de quien la decepción de La Amenaza Fantasma se cristalizó. Lucas culpa el sentimiento anti Jar Jar a "los individuos de 37 años que pasan todo su tiempo en Internet. Pero tienen que recordar que cuando hicimos El Imperio Contraataca, algunas gentes odiaron a C-3PO. Cuando hicimos el Jedi, ellos seguramente detestaron a los ewoks. Pero no había Internet para divulgarlo, pero fue la misma reacción. Los fanáticos tienen muchas opiniones, y eso es bueno. Pero no puedo hacer una película para los fanáticos..." No obstante, Jar Jar tiene un rol mucho menos prominente esta vez. En los cines ustedes escucharán una ovación de los Binksfóbicos cuando él empiece una anécdota, y Padmé precipitadamente lo corta.

Yoda podría también obtener alguna crítica aquí, porque ya no es la titubeante marioneta manipulada por Frank Oz. Ahora él está completamente animado por computadora, pero gracias a la supervisor de animación de ILM, Rob Coleman y su equipo, Yoda es ambos, más flexible y pensativo que su yo anterior, como cuando él echa un vistazo escéptico durante una observación del Senador Papaltine. ¿Y quién habría pensado que nuestro sabio sedentario era un artista marcial tan hábil, con las maniobras del sable láser tan rápidas como indirecto es su discurso? Un Gandhi convertido en Rambo, Yoda es el verdadero héroe de acción de la película.

Pero, ¿aún podemos decir película?. Lucas parece que quiere hacer dejar esa palabra obsoleta: El Ataque de los Clones es por mucho la más ambiciosa película filmada, y en algunos cines, exhibida con tecnología digital. Para una industria de las películas que ha sido lenta en adoptar las filmaciones digitales, los Clones anuncia una novedad que Lucas compara con el advenimiento del sonido y la llegada del color. Los genios de Lucasfilm, Panavision y Sony mezclaron su experiencia para desarrollar sofisticados lentes y cámaras que permitieron reemplazar la tradicional película de 35 milimimetros por imágenes digitales. El resultado es una imagen sorprendentemente clara que presta un glamour hiper real a la brillante ciudad de Coruscant y a los remansos pastorales del planeta natal de Padmé, Naboo.

Lucas podría estar obsesionado con todas esas cosas digitales, pero en esta película, él y el co-guionista Jonathan Hales también parecen completamente compenetrados con sus personajes de carne y hueso. Obi-Wan, en la forma de un McGregor barbado, está crecido en la autoridad moral y el ingenio exudado por Alec Guinnes como el misterioso Kenobi de Star Wars. Su exasperación con Anakin tiene un tinte paternal. En la persecución nocturna en Coruscant, Anakin es el adolescente loco por el volante de muchas películas de Lucas, y Obi-Wan es el papá nervioso por la maldita velocidad que se arrepiente de haber dado a su hijo las llaves del sedán de la familia.

Tanto Padmé como Anakin, podrían ser el primer dúo amoroso plausible en la obra de Lucas. La suya es una historia del paso del tiempo. El niño de nueve años que dejó atrás ha crecido. Al principio ella rechaza su ardor llamándolo por su antiguo diminituvo, Annie -un sobrenombre de niña, un apodo gentil- y diciéndole, "Tu siempre serás ese pequeño niño que conocí en Tatooine". Y él no ayuda a su caso declarando su admiración en cada oportunidad. (¿Hay algo menos sexy que la devoción declarada?) Pero gradualmente, Padmé seducida por el rápido ingenio de Anakin e impresionada por sus habilidades marciales, se convence de que están destinados a estar juntos. Y no solo porque la audiencia sabe que ellos serán los padres de Luke Skywalker y la Princesa Leia. Cuando la galaxia corre hacia la catástrofe, la inminencia de la guerra total los une, dando un peso emocional a su amor juvenil, haciendo su romance más urgente.

El Anakin de los Clones es un individuo atractivo, lleno de las contradicciones de un hombre joven. Él respeta la ética Jedi mientras trata de eludir sus restricciones. Él ama a ambas, a su madre lejana y a la auténtica tentación cercana. Él se envuelve en una masacre vengativa pero siente remordimiento por ella. Él se está hundiendo y al final queda literalmente desarmado. Para el final de los Clones, Anakin es aún una persona robusta y decente, a años luz del maléfico Darth Vader.

Así que, ¿cómo Lucas, quien una vez creo un angelical Luke, convertirá a su nuevo héroe en Lucifer? "Se convirtió en Darth Vader porque él sigue atado a las cosas", dice Lucas. "No puede dejar a su madre, no puede dejar a su novia. No puede dejar las cosas. Eso te hace codicioso. Y cuando eres codicioso, estás en la senda del lado oscuro, porque temes perder esas cosas, lo que hace que no tengas el poder que necesitas".

Subyacente en las tres tramas de acción, romance y del personaje, está un sentido del drama político, figurado en La Amenaza Fantasma. Si esa película tenía un mensaje, era: haz reuniones. La película iba a menudo de un pesado protocolo senatorial, que era tan llamativo como una sencilla audiencia de comité en C-SPAN. La política también es importante en los Clones, pero como un debate entre tres: el idealismo de Padmé, que choca con el cinismo de Obi-Wan y la floreciente política real de Anakin.

Obi-Wan resulta un eco de la campaña de reforma financiera de John McCain: "Es mi experiencia que los senadores se concentran solamente en complacer a aquellos que dan fondos a sus campañas... y no se asustan de olvidar las sutilezas de la democracia con el fin de obtener esos fondos." Padmé, en una escena cortada de la película, suena como Kofi Annan rogando por los palestinos, cuando ella dice al Senado, "¡Si ustedes ofrecen violencia a los separatistas, ellos solo pueden mostrarnos violencia a cambio! Muchos perderán sus vidas. Y todos perderán su libertad." Anakin, como Bruto justo antes de su traición, dice que si el Senado no puede resolver sus diferencias, "entonces ellos deberán hacerlo." ¿Por quién? "Por alguien sabio," dice él. Padmé murmura, "Eso me suena en una proporción tremenda a una dictadura."

Así que, ¿en donde está situado Lucas en esta polémica política? "Estoy más del lado liberal de las cosas," dice él. "Yo crecí en San Francisco en los años 60's, y mis posiciones están formadas por eso... Si tú mirás hacia hace 30 años, hubo ciertos asuntos con los Kennedys, con Richard Nixon, que llamaron mi interés." Las posiciones geopolíticas de Lucas pueden sonar un poco tristes: "Todas las democracias se vuelven dictaduras, pero no de golpe. La gente cede su democracia a un dictadura, sin importar si es un Julio César, Napoleón o Adolf Hitler. En ultima instancia, la población en general va junto con la idea... ¿Qué clases de cosas empujan a la gente y a las instituciones en esta dirección?" En los Clones Lucas enseña un camino contestando a esa pregunta. "Esa es la cuestión que he estado explorando: ¿cómo la República se convirtió en el Imperio? Eso es paralelo con: ¿cómo Anakin se convirtió en Darth Vader? ¿Cómo una persona se transforma en mala, y como una democracia se convierte en una dictadura? No es que el Imperio conquistó la República, es que el Imperio es la República." Los comentarios de Lucas aclaran la conexión entre la trilogía de Anakin y la trilogía de Luke: que el Imperio fue creado de la corrupción de la República, y que alguien tenía que combatirlo. "Un día la Princesa Leia y sus amigos despertaron y dijeron 'Esta ya no es la República, es el Imperio. Nosotros somos los chicos malos. Bien, no estamos de acuerdo con esto. Esta democracia es una impostora, todo está mal."

Lucas describe el Imperio como si fuera el opresivo, blanco sobre blanco fascismo de formica de su primera obra, la audazmente triste "THX 1138". En 1970, Lucas y su mentor, Francis Ford Coppola, fueron a la vanguardia de la Generación Fílmica. Ellos fueron los graduados de la escuela de cine que tuvieron esperanza en rehacer el negocio de las películas en el arte de las películas. Seguramente estos chicos revolucionarios crearían un cine adulto y audaz post-Hollywood.

Aún es un refrán acerca de los directores norteamericanos: te conviertes en lo que eres. Coppola, antiguo director de teatro e hijo de un músico clásico, tomó el camino artístico, haciendo películas operísticas y centradas en los actores que algunas veces ("El Padrino", "Apocalipsis Now") encontraron grandes audiencias. Lucas, que había escrito un tema para tercer año que empezaba "Hace mucho tiempo en la tierra de Zoom..." y que amó entretenerse con coches, reinterpretó su adolescencia en Modesto, California, en "American Graffiti". Después volvió a sus amados libros de comics y seriales de películas B de su juventud en Star Wars, una película tan estilizada y esterilizada como una pieza de animación abstracta, aunque con aventura lo suficientemente potente para satisfacer a las audiencias masivas.

Los niños que observan las nuevas películas de Star Wars podrían pensar que todas las películas eran así antes, porque muchas son como aquéllas ahora. Pero la primera épica Jedi de Lucas fue, a su manera, revolucionaria. Estableció la ciencia ficción como un género atractivo y a los adolescentes como una audiencia que hace éxitos comprando sus entradas rápido y frecuentemente. Estimuló la industria del juguete con su sinóptica gama de personajes. "Star Wars fue tan diversa en juguetes" dice Brad Globe, ejecutivo de mercadotecnia de DreamWorks. "No fue solo un personaje o un vehículo; fue un mundo entero el que fue creado, además se extendió a cada película y más allá."

Gracias a Lucas y a su brillante equipo, los efectos especiales se convirtieron en la nueva herramienta más bella en la caja de pinturas de las películas. "Star Wars convenció a los cineastas que ustedes pueden hacer cualquier cosa más grande y mejor para realzar la toma," dice Jason Barlow, jefe animador de CG para los efectos de una compañía de efectos. "Ahora, con la tecnología digital, puede ocurrir magia verdadera." La película cambió la forma en que los filmes son financiados. Anota el critico cultural John Seabrook: "Porque debido a su enorme recaudación en taquilla, interesa a gente de Wall Street que previamente vio a Hollywood como una patata pequeña. Los números de Star Wars trajeron una nueva variedad de inversionistas y encargados financieros a las películas."

Ahora Lucas era el chico maravilla de Hollywood. El podía dirigir cualquier cosa que quisiera, en el tiempo cuando los directores habían sido canonizados como artistas-autores. En cambio, Lucas pasó el trono del director de El Imperio Contraataca a un guía de mediana edad de pequeños dramas, Irvin Kershner. ¿Por qué lo hizo? Satisfecho, el hombre tenía sus manos llenas. "Me encontré a mí mismo teniendo que hacer mucho de trabajo de diseño en El Imperio y terminando el guión mientras también estaba empezando un montón de compañías, ILM, Skywalker Sound y Lucasfilm. Estaba empezando una compañía de videojuegos. Estaba desarrollando la edición digital de filmes. Al mismo tiempo estaba empezando Pixar"- sí, él fue el propietario original del estudio pionero de la animación computarizada, después la vendió a Steve Jobs en 1985- "y lanzando la animación digital y la filmación digital. Estaba trabajando en En Busca del Arca Perdida, de la cual fue productor ejecutivo y co-escribió. "Y estaba autofinanciando una película" Después de Star Wars, Lucas determinó ser su propio jefe, siendo propietario de sus propias películas. Con el bono de su exitosa película y su aún más benéfica mercancía, el mismo pagó por El Imperio, después se lo alquiló a la 20th Century Fox.

Cuando trabajó para los estudios de Hollywood, Lucas se había sentido quemado por sus recortes de THX y Graffiti. Después de Star Wars él tenía el impulso y el atrevimiento para insistir en que Hollywood podía trabajar para él. "Basicamente, El Imperio fue mi frase no voy a someter el asunto a nadie más. No voy a tenerlos diciéndome como cortarlo o acerca de estudios de mercado. No voy a vivir en ese mundo. Tenía la oportunidad para convertirme en completamente independiente, y la tomé."

En 1983, Lucas tuvo que cortar con su matrimonio de 14 años con Marcia Griffin Lucas, su editora en American Graffiti y las tres películas de Star Wars. Ellos compartieron el cuidado de su hija adoptiva Amanda. Lucas pasó la siguiente docena de años atendiendo a Amanda y sus otros dos hijos que adoptó por si solo, Kate y Jett. Dejó de lado la saga de Star Wars y, él dice "decidí hacer algo diferente con mi vida. Produje mucha televisión: produje películas. Yo hice otras cosas que eran mas compatibles con la crianza de niños."

"Lo pienso mucho," dice Lucas acerca de su paternidad soltera de Kate y Jett. "¿Puedo hacer esto? ¿Debería hacer esto? Los niños crecen sin sus madres, los niños crecen sin sus padres, pero es mejor para ellos tener dos padres. Me siento preocupado acerca de ello, pero nunca me he arrepentido. Una vez que eres una familia, esas preocupaciones son insignificantes. Mis niños no tienen una vida perfecta. Su papá es más famoso de lo que debería ser, y no tienen una madre, y ellos solo tienen lo que pueden conseguir. Pero no estoy seguro de si en un mundo perfecto eso hubiera sido diferente. No hay un mundo perfecto."

Para todos sus intereses fílmicos, no sólo las compañías, sino la extensión del personaje de El Arca Perdida, Indiana Jones en dos películas más y una serie de televisión, él fue, permantemente padre de tiempo completo. Pero tenía un niño descuidado, la saga de Star Wars, que necesitaba su ayuda en su crecimiento. Lucas empezó a escribir la nueva trilogía, empezando con La Amenaza Fantasma en 1994. Esta vez, él dirigiría.

Después de que entregue los Clones, Lucas dedicará su tiempo de no-papá al episodio final en la serie, en el cual Anakin se rinde - o asciende - al Lado Oscuro. "La próxima película es realmente oscura," dice él. "La cuestión es, ¿la gente estará preparada? Pero tengo que contar la historia. Y cuando la termine, tendré 60. He pensado en muchas cosas que quiero hacer con mi vida diferentes de esto. Tengo un montón de programas de televisión que quiero hacer. Tengo media docena de películas que han estado en mi cerebro los últimos 30 años. Algunos de ellas no son extremadamente comerciales: quizá no las estrene. Ahora estoy en una posición en donde puedo decir, voy a hacer esta película porque quiero ver esta película. Bien habrá un par de exhibiciones en alguna parte y las exhibiré un día. O solo las pondré directamente en DVD o en el canal de películas independientes."

Lucas, el padre responsable, el director renacido, ahora parece impaciente para redescubrir parte de su juventud: el fanático de las películas de avant-garde. Así que quizá no importante que el Sabio del Rancho Skywalker no pase mucho tiempo en el peligroso mundo verdadero. Está muy a gusto viviendo en donde él lo hace: el brillante mundo de fantasía - generoso, galáctico, no totalmente cartografiado - conocido como la mente de George Lucas.

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© S I T H N E T

Artículo de Richard Corliss y Jess Cagle para la revita Time.
Traducido por Dash Rendar y Lady Mon. Maquetado pro el Coronel Kurtz
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