El cine es el arte de las imágenes en movimiento, una representación no más fiel de lo que pueden ser una pintura, jeroglíficos o la capilla Sixtina. Lo que los artistas encuentran es la verdad tras la verdad. Dos de los logros más bellos de la humanidad son la expresión individual y la comunicación entre semejantes. Así pues, los niños aprenden a dibujar como los hombres de las cavernas. E incluso si la tecnología es a veces rudimentaria (un palo, una piedra), se halla en la naturaleza humana la búsqueda de la innovación. Yo no estoy más atado que eso a la tecnología. Soy ante todo un narrador de historias. Pero para contarlas, he tenido que desarrollar la tecnología. Después de todo, para dibujar la imagen de un búfalo al galope, ¿no inventó el hombre de las cavernas la pintura roja?

Cuando realicé el primer episodio de "La guerra de las galaxias", me encontraba muy limitado por el tamaño del campo. No podía mostrar planos grandes de calles, no podía adaptar los extraterrestres a figuras no humanoides. Ni me podía servir de ellos como personajes. Durante toda la producción de los tres primeros episodios, me debatí con preguntas como: "¿Cómo voy a crear un Jabba el Hutt? ¿Y Yoda, que solo mide 40 cm de altura?" Yo podía soñarlos, no construirlos. Hizo falta mucho talento y esfuerzo por parte de mucha gente para manipular las marionetas, el latex y los mecanismos de radiocontrol que nos permitían fabricar estas criaturas. Incluso si, entonces, no era capaz de hacerlas actuar libremente. Con la creación digital, ya puedo desplazar a estos personajes como yo quiera y de conseguir mejores actuaciones.

Exactamente lo mismo para los decorados. Antes, no podía permitirme realizar una historia que necesitara una profundidad de campo demasiado grande. Ahora, puedo agrandar el decorado de mis historias, lo que, evidentemente, es un plus para el cine fantástico.

Para "La guerra de las galaxias", frené mi imaginación porque no quería escribir más que lo que era realizable. Incluso teniendo precaución, escribí escenas de las que no estaba completamente seguro de poder realizar. Era un riesgo a tomar. Un riesgo que tomé durante los tres primeros episodios. Un riesgo que retomo para el Episodio 1, "La amenaza fantasma". ¿Lo lograré? En sí misma, la idea de explorar los confines de mi imaginación y de darle rienda suelta basta para alimentar mi entusiasmo. Es esta ambición de hacer pasar ideas de mi imaginación a la pantalla lo que me hace avanzar.

LA ERA DIGITAL

En el siglo XX, el cine era en celuloide. El cine del XXI será digital. Las salas de cine habrán progresado en todos los planos, la decoración, los asientos, los servicios. Y la calidad del espectáculo en términos de sonido y de imágen aún mejorará más, sobre todo cuando las salas hayan invertido en un equipamiento digital. Escucharéis mejor, veréis mejor y creeréis aún más en lo que aparezca en la pantalla.

La tecnología digital reducirá el coste de las películas. Más gente tendrá los medios de hacer películas épicas o fantásticas. Normalmente se decía que géneros literarios como la ciencia ficción o la fantasía no pasaban bien puesto que los cineastas, por falta de medios, sugerían más de lo que mostraban. Ya no se dará el caso.

En un futuro muy próximo, las películas serán rodadas y proyectadas digitalmente. La imágen registrada irá directamente a un ordenador, y lo esencial de la postproducción se hará por ordenador. Mucha gente deberá aprender nuevas técnicas de creación. Pero también hace mucho que pasamos del mudo al hablado, del blanco y negro al color; estoy seguro de que pasaremos sin problemas al digital. Aún se harán películas mudas en blanco y negro. Incluso en la era digital. Porque hay millones de formas de contar historias. La paleta del creador se agranda día tras día.

Cuando en 1902, George Méliès rodaba a los hombres en la luna en "Viaje a la Luna", era la primera vez que alguien trataba de mostrar lo inmostrable en un soporte de imágenes móviles. Este truco mágico firmaba el nacimiento de una forma de expresión artística. En el 33, "King Kong" hizo historia en la animación imágen por imágen. El arte de las marionetas se perfeccionó en los años 60 y 70 con "Jason y los Argonautas" de Ray Harryhausen, y la serie de Simbad. En el 68, Stanley Kubrick encarnó, con "2001, una odisea en el espacio", la cumbre de este arte de los efectos especiales. Nueve años más tarde, "La guerra de las galaxias", conducía el género en otra dirección introduciendo la utilización del ordenador. El punto de inflexión en el desarrollo del cine digital fue la producción por la ILM de los dinosaurios de "Parque Jurásico". Pero este éxito se inspiró en todos sus predecesores, de "King Kong" a las marionetas de Harryhausen. Finalmente, en la animación, "Toy story" ha alcanzado una calidad excepcional en el dominio de la interpretación. Estoy convencido de que la próxima etapa será el Episodio 1 ya que mostrará personajes digitales que actuarán con verdaderos actores.

EL MOMENTO DE LA CREACIÓN

Hoy en día, el cine digital parece ofrecer posibilidades ilimitadas que acabamos de empezar a explotar. Con el paso del tiempo, nuestro espíritu se acostumbrará, y nuestra imaginación encontrará nuevas fronteras.

Los ordenadores son manipulados. Creer que son capaces, ellos solos, de hacer películas, o que los personajes dibujados digitalmente no están concebidos por los hombres, ¡eso sí que es ciencia ficción! No es que los directores ya no necesiten inspiración porque la digital sea una tecnología más sofisticada. ¡Todo lo contrario! Siempre se necesitarán actores para interpretar y poner voz. Sean humanos o creaciones de estudios de animación estos actores, siempre son humanos quienes comunican con humanos.

La película es un medio. Incluso con el cine digital: un ser humano comunica ideas a otros seres humanos, a menudo a través de la representación de otros seres humanos. Que lo hagas tradicionalmente o digitalmente acaba siendo lo mismo. La gente dice: "El cine digital, eso no es verdadero cine. No es real." Bueno, sí, eso es algo de lo que podéis estar seguros: el cine no es real. Nada de lo que véis en la pantalla es cierto. Cada imágen ha sido manipulada por el realizador para ponerla según su idea.

Haciendo pasar un rollo de celuloide por engranajes y exponiendolo a la luz, se procede a un millón de manipulaciones químicas. En las películas, los personajes son simplemente acotres interpretando papeles, y los paisajes, decorados construidos por hombres. Es falso, una tela al fondo. Y nada distingue un decorado digital de un verdadero decorado. Simplemente se utilizan unos números en lugar de película fotográfica. Es la historia lo que importa: tiene que dar una percepción del comportamiento humano, del modo en el que vivimos y pensamos. Que utilices un escenario, notas de música o pintura en una gruta, siempre será lo mismo.

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© S I T H N E T
Artículo de George Lucas publicado en la edicion francesa de Permiere, de Febrero de 1999
Traducción al español de Jee-Wan Esuurd / Maquetación: Coronel Kurtz
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