UN AMOR CONTINUO POR LA MÚSICA Y LAS PELÍCULAS

Artículo de Richard Dyer para el Boston Globe (23/6/2002)
Traducido por Jee-Wan y Maquetado por Jako.
Prohibida la reproducción total o parcial sin el consentimiento de los autores.

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UN AMOR CONTINUO POR LA MÚSICA

 

Cuando habla sobre las películas, John Williams no puede evitar que se le ilumine la cara. En la temporada de su 70 cumpleaños y con más de 90 bandas sonoras a sus espaldas, aún disfruta componiendo música, y cuando habla sobre su obra, es tan feliz como un niño en el puesto de las palomitas.

Este verano, Williams, ha colaborado en dos gigantescas producciones cinematográficas: "Minority Report" y "Star Wars: Episodio II - El Ataque de los Clones". Cuando Williams vino a la ciudad hace unas semanas para dirigir la Boston Pops, dejó unos minutos libres de su apretada agenda para hablar sobre sus últimos trabajos.

La semana en Boston fue unas breves vacaciones de la composición, una parada entre Londres, donde vió un primer montaje de "Harry Potter y la Cámara de los secretos" y Los Ángeles, donde ahora está ocupado preparando la partitura. Williams compondrá unos 40 minutos de la música, incluyendo todo el nuevo material temático; William Ross desarrollará los temas para la banda sonora completa.

"Minority Report" es una partitura activa, pero está plagada de melancolía mahleriana. Williams deliberadamente eligió trabajar en un estilo diferente al de su familiar modo heróico tipo "Star Wars".

Quería hacer ésta con un estilo de cine negro; el abuelo de la partitura es la obra de mi antiguo mentor y amigo Bernard Hermann, quien compuso la banda sonora para tantas películas de Alfred Hitchcock, dice Williams. La historia tiene lugar en 2054, pero Steven Spielberg y yo queríamos la atmósfera de una vieja película de Bogart, como "El halcón maltés". Algunos elementos de la música no son tonales e ilustran el aspecto futurístico del film, pero la película también trata de la nostalgia y la memoria, y ahí es donde aparece el elemento de cine negro.

"Minority Report" reunió a Williams con uno de sus colegas de la pantalla favoritos, Tom Cruise. Tom es un tipo muy afable y encantador, dice. Desde "Nacido el 4 de julio", no solo ha venido a las sesiones de grabación, sino que también aparece en las de mezclado. No sé si es porque quiere hacerse director, o si simplemente es el tipo de persona a la que le encanta conocerlo todo sobre cómo se hacen las películas.

Hace menos de un año Williams estaba grabando la banda sonora original para la primera película de Harry Potter. Está pasando muy rápido ¿no es cierto?, dice Williams. El director, Chris Columbus, creyó que tenía que moverse rápido para rodar cuanto más pueda antes de que los niños crezcan. Dice que la segunda película fue un poco más rápido, porque los niños se han convertido en pequeños profesionales. Aún está rodando, creo, aunque yo ya he comenzado la música.

Williams dice que escribir la partitura para un film como "El Ataque de los Clones", en el que la música suena casi continuamente toma mucho tiempo y es una labor muy intensa. No me he unido a la generación del ordenador, y aún escribo cada nota con un lápiz. A veces es una tarea un poco dantesca. La mayoría de las películas recientes han estado muy orientadas a la acción, lo que implica una música más activa, lo que resulta en más notas, más compases, más orquestación. A veces puedes llevar la contraria escribiendo música lenta para una acción rápida, para lograr un efecto especial, pero en la mayor parte del film tiene que encajar con la acción kinética en la pantalla o le parecerá algo raro al público.

Williams dice que lo único que hace posible componer dos horas de música en tres meses y medio es que el tempo, la textura y las dinámicas están dictadas en bastante medida por otra persona y por el montaje de la película. Si tuvieras que escribir tanta música de concierto de la nada a tanta velocidad, no podría hacerse.

Han pasado veinticinco años desde que Williams compuso la banda sonora original de la primera película de Star Wars, sin saber por aquel entonces que podría continuarse. Pero tener que tratar con material temático tan antiguo no es una molestia para él. De hecho, es muy divertido, dice. No conozco nada más en la historia del cine o quizás en la historia de la música en la que alguien haya trabajado en un largo proyecto durante más de 20 años. Disfruto tomando el material original y adaptarlo a nuevas situaciones, y creando nuevos temas que encajen y se unan con los otros. Me doy cuenta de que volver a Star Wars es un poco como montar en bicicleta. Una vez que te subes... e inmediatamente ya cojo velocidad.

Y añade, trabajar en Star Wars durante tanto tiempo ha sido una experiencia verdaderamente maravillosa, porque muchos de los jóvenes músicos con los que trabaja ahora crecieron con esa música. Algunos intérpretes incluso me han dicho que "La guerra de las galaxias" fue la primera música orquestal que jamás oyeron y que empezaron a estudiar flauta o trompeta por ello, y eso es un regalo para mí que nadie pudo haber previsto.

Un elemento nuevo en "El Ataque de los Clones" es el primer tema principal de amor en la saga. George [Lucas] quería que escribiera un verdadero tema de amor a la antigua usanza, y esa es una de las cosas más dificiles: componer algo que sea melódico, accesible y directo, capaz de tomar protagonismo pero también capaz de ser escuchado como acompañamiento del diálogo. Tiene que haber un cierto espacio. En este caso, además tenía que haber en él un elemento trágico. No sé que va a pasar a Ánakin y Amidala, pero todos conocemos que tensión y tristeza van a ser parte de ello. Incluso en el idílico momento de su boda establecí mínimamente la Marcha Imperial. Fue idea de George, pero estoy bastante seguro de que lo habría hecho yo de todos modos.

De acuerdo con su editor musical desde hace mucho tiempo, Ken Wannberg, Williams comenzó la música de amor con un bello tema que ahora es el contracanto. Pensaba que era bellísimo, dice Wannberg, pero John dijo, "El problema es que esta música no es realmente Star Wars". Entonces es cuando compuso el tema principal, utilizando su idea anterior como el contracanto. Este es otro ejemplo de cómo conoce John lo que está haciendo.

Wannberg también es un fan del trabajo de Williams para "Minority Report". Steven está muy contento con la música y hace bien en estarlo, porque la música funciona genial en la película, dice. Y sonríes para tí mismo cuando John regresa al mundo de películas como "El halcón maltés" con algo de trompa con sordina, o un ostinato excitante. Esta banda sonora es metronómicamente muy intrincada. Cuando aparece una de estas cosas, John mira hacia arriba con esa mirada astuta que pone. Se pregunta si vas a darte cuenta.

Para cuando Williams vaya a Tanglewood el mes próximo, habrá terminado la segunda de Harry Potter y se habrá lanzado al siguiente proyecto de Spielberg, "Catch me if you can" , con Tom Hanks y Leonardo DiCaprio, un film que se está rodando actualmente. Su trabajo en música de concierto ha quedado principalmente en espera en el último par de años, si bien realizó alguna grabación para Sony Classical. Y parece haber un poco de movimiento con el proyecto de escribir una ópera para la compañía de Plácido Domingo en Los Ángeles. No puedo decir de qué trata el tema, pero ha sido idea de Plácido, dice Williams. El novelista y crítico Michael Walsh está preparando un tratamiento del tema para mí.

Walsh es más conocido por escribir una secuela de "Casablanca". ¿Podría ser la ópera de Williams "Casablanca"? Se le pone otra vez ese brillo en los ojos. Ojalá, dice.

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