Conocido principalmente como "el artista de Star Wars", también toma inspiración de otras fuerzas por Gary Gerani para Star Wars Galaxy Colector (febrero 1998).

Reconocible al instante para una generación de fans y coleccionistas como "el artista de Star Wars", Drew Struzan es eso y mucho más. Este hombre sensible y elocuente, que se autodescribe como reservado, ha redefinido el arte del poster cinematográfico, creando memorables pinturas para más de 150 películas desde principios de los 70. Profesor y conferenciante, es el artista de elección de George Lucas y Steven Spielberg. Las películas de La guerra de las galaxias e Indiana Jones, E.T., Regreso al futuro, Los Goonies, Hook, todas han recibido el distintivo tratamiento de Struzan, una mezcla fenomenal de realismo, estilización y, quizás el ingrediente más importante de todos: corazón.

"Es parcialmente la habilidad y parcialmente el temperamento lo que me lleva en esta dirección creativa", explica Struzan sobre su naturaleza artística. "Soy una persona introvertida. Mi energía, mi aprendizaje y mi comprensión de la vida vienen del interior más que del exterior. Estoy en mi mejor momento cuando estoy solo".

Con eso dicho, Struzan se apresura a deshacer algunos de los melodramáticos mitos asociados con su rama de la creatividad. "Mucha gente tiene la impresión de que los artistas son egocéntricos, que tenemos una comprensión innata del universo", dice. "Pero no es verdad. Es simplemente el modo en el que aprendemos a expresarnos. Si fueses un deportista, necesitas un equipo para expresarte, necesitas cooperar con otros. Para ser un artista, necesitas ser muy introspectivo. Tienes que pensar sobre las cosas, tienes que sentir acerca de ellas y tienes que desarrollar las habilidades para expresarlas... y ese es el tipo de cosas que tienes que hacer por tí mismo. Si buscas a alguien que te diga cómo hacerlo, entonces ya no es tu expresión".

La relación de Struzan con el arte y sus ramificaciones comenzó muy pronto. Nacido en Oregon City en 1947, el talento del joven asombraba a todos, y una carrera en el campo de la expresión creativa parecía inevitable. Pero con el reconocimiento de sus habilidades únicas llegó un precio doloroso e inesperado.

"Mi gente, desafortunadamente, estaba confusa por ello", recuerda con un suspiro. "Les asustaba. Mi padre se sentía muy inseguro, y creo que se sentía amenazado por ello. Eran unos padres que no estaban particularmente educados o ilustrados en este área. Me explicaron tiempo después que no me habían animado nunca porque no querían hacer daño a mi hermano y hermana, que no tenían el mismo tipo de talento. Irónicamente, eso acabó logrando justo lo opuesto. Un artista es una persona que necesita mucho amor y comprensión. No recibí ningún apoyo, amor ni comprensión. Así que acabé viviendo en mí mismo... Así ha sido toda mi vida".

Bueno, no exactamente solo. Struzan vive con su mujer escritora de 29 años, Dylan, y su hijo en las montañas al este de Los Ángeles. Viviendo en California, trabajó a lo largo de su educación formal en el Art Center College of Design y consiguió la licenciatura con Matrícula de Honor. Por el camino aprendió lo que han de aprender todos los ilustradores: el a veces delicado equilibrio entre la expresión propia y la necesidad comercial.

"El arte es un lenguaje verdadero; sólo es tan bueno como lo bueno que aprendas a hablarlo", aclara Struzan. "Yo busco una comunicación visual universal que dé prioridad a un tipo universal de respuesta, así que tienes que escuchar a la gente. Si es así como reacciona una persona ¿a qué está reaccionando? ¿Es consistente todo el tiempo? Cuando descubres eso, encuentras una verdad en tu lenguaje, y mucho de lo que hace que tenga éxito es que escucho".

Viviendo en Los Ángeles, el corazón del negocio del entretenimiento, Struzan comenzó trabajando para clientes en la industria discográfica ("Pinté de todo, desde Liberace a Alice Cooper") antes de que los cineastas se dieran cuenta de su distintivo trabajo. Él y un amigo formaron una compañía para desarrollar publicidad en posters de cine, ofreciendo bellas pinturas para, esencialmente, producciones de clase B. Su gran éxito llegó en 1977, cuando recibió una llamada telefónica de su antiguo mentor en el Art Center, Charles White III. White, un maestro del aerógrafo, acababa de ser contratado por George Lucas para realizar un poster para el reestreno de La guerra de las galaxias. White necesitaba ayuda con los retratos de los personajes, y se acordó del talento de su antiguo alumno.

"Charlie hizo los robots y los vehículos, y yo hice la gente", recuerda Struzan. "Fue la primera vez que utilicé un aerógrafo, aunque realicé los retratos con óleos en tabla de antemano". Y ¿qué hay del original aspecto "desgarro del cartel" en el diseño final? ¿Era parte del plan creativo desde el principio? "La necesidad se convirtió en la madre de la invención, como suele ocurrir", revela Struzan. "Originalmente, el poster que está 'colgado' era lo único que había. Fue concebido para parecer una pieza antigua, por esó lo pinté con un estilo 'añejo'. Cuando se acabó, y se incluyeron las letras en la parte superior, se dejó abajo un espacio para los créditos, ya que debido al tamaño del logo no había espacio para ellos. Fue por aspectos contractuales. Tuvimos que inventarnos un modo de hacer más espacio para los créditos". (ver foto)

La inspirada solución dio como resultado uno de los diseños de poster de La guerra de las galaxias más populares de todos los tiempos. "Charlie hizo algo de desgarro, y yo pinté a Obi-Wan Kenobi a la izquierda quedando en segundo plano, así que parece como si hubiese otras imágenes debajo [del poster principal]", explica Struzan. "Así teníamos más espacio abajo para poner los créditos".

El desafío para el poster de avance de La venganza del Jedi, que promocionó la tercera parte de la trilogía antes de que su título final se anunció, fue un poco más sencillo. "Quería hacer algo un poco diferente", recuerda el artista. "Era una idea simple, más escala que otra cosa: la enorme cabeza de Vader de fondo, con una pequeña lucha laser en primer plano. No había un aspecto establecido [para la publicidad del Jedi] por aquel entonces; los estilos eran comunes. Así que el poster destaca como uno peculiar".(ver foto)

Desde entonces, Struzan ha revisitado el universo de Lucas en muchas ocasiones. Prefiriendo el formato de montaje, ha realizado memorables para el poster del 10º aniversario, incontables portadas para libros y otras campañas. "Un montaje no cuenta necesariamente la historia para eso es para lo que ves la historia, pero con los elementos suficientes, el sentimiento adecuado aparece y se muestra la esencia del tema", explica. "Primero hago una selección de fotografías, objetos, personajes, las caras de los actores. Después es cómo están iluminados y coloreados. ¿Qué tipo de composición usar? ¿Es relajada? ¿Es nerviosa? ¿Aventurera? Todas esas cosas comienzan a mostrar el alma de la película, su emoción, su colaboración. Creo en la verdad de la publicidad, así que pinto lo que realmente hay en la película".

En los últimos años, está teniendo lugar una tendencia en la publicidad de cine estadounidense, una que ha enviado a muchos ilustradores de vuelta a su mesa, al reevaluar el mercado cambiante. Tras una rica historia de 70 años de posters pintados, muchos productores están optando por un acercamiento fotográfico para vender sus películas. "La fotografía es un reflejo directo de la realidad", dice Struzan. "El arte es interpretativo, así pues, contiene más emoción y sentimiento. Por eso es por lo que George Lucas normalmente utiliza pinturas en su trabajo, porque quiere capturar el sentimiento, o el alma, de la película".

A pesar de esta tendencia, la pintura no desaparecerá y Struzan permanecerá siendo un fervoroso abogado de lo que ve como el propósito último del arte: "El arte puede ser... la cosa que nos hace humanos, no animales", dice. "Es amor y justicia y sabiduría, las cosas que nos deberían hacer sentirnos más orgullosos y estar más desarrolladas en nuestras personalidades".

Con el objetivo de conseguir estos ideales, Struzan remarca la importancia de aprender de –pero no imitar a- los maestros del arte y la ilustración. "Gente que ha estado antes que yo han abierto puertas de la comprensión y la apreciación", explica. "Yo quiero tomar ventaja de aquellos que abrieron puertas y las sobrepasaron. Si bien admiro a los ilustradores clásicos, estoy convencido de que no quiero repetirlos. Siempre me estoy preguntando, ¿qué más puedo hacer -cómo puedo abrir aún más la puerta-, de modo que la gente pueda tener una nueva experiencia? Disfruto inventando cosas que la gente no haya visto antes".

Esa es una idea que comparte con George Lucas, lo que puede explicar por qué Struzan ha sido contratado para pintar el retrato del cineasta para portadas en varias ocasiones. Ambos son visionarios que han llegado profundo en nuestras vidas con sus creaciones únicas, permitiéndonos ver y sentir mundos y experiencias radicalmente diferentes. "Quizás [el arte] no cambiará el mundo", dijo recientemente Struzan a su amigo y colega Michael R. Whipple, "pero debería hacer de él un lugar mejor en el que vivir”.

[ Semana Drew Struzan ]

© S I T H N E T
Articulo creado por Jee-Wan y Maquetado por el Coronel Kurtz.
Prohibida su reproducción total o parcial sin el consentimiento del autor

Para cualquier duda, sugerencia o colaboración
contacta con nosotros usando el e-maul ;-)